Quien fuera el líder histórico del narco durante la década de los ochenta, sobre el que pesaba la recompensa de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) más alta para un criminal, ha sido detenido este viernes, según confirman fuentes de la Marina a El País.
Uno de los fundadores del legendario cartel de Guadalajara, después llamado cartel de Sinaloa, ha sido detenido por segunda vez cerca de su tierra, en la sierra de Sinaloa.
En 1985 pisó la cárcel tras el brutal asesinato de un agente infiltrado de la DEA, Kiki Camarena, y en 2013 fue liberado en México por un defecto de forma, cuando le faltaban 12 años de condena.
Estados Unidos jamás perdonó el crimen y presionó a las autoridades mexicanas para su recaptura. El viejo capo de la droga, que lejos de retirarse, contaba con un cartel a su nombre en el norte, regresa a prisión este viernes a sus 69 años.
La detención del narco se ha producido dos días después de la reunión en Washington del presidente Andrés Manuel López Obrador con Joe Biden.
Durante la visita del mandatario, el tema de la seguridad y el tráfico de armas fue uno de los asuntos principales, además de la crisis migratoria. Con la captura del capo se salda una de las deudas pendientes de México con el Gobierno de Estados Unidos.
Aunque no está considerado el poderoso narcotraficante que fue en su día, una ficha del FBI de octubre alertaba de que seguía siendo una amenaza para el tráfico de estupefacientes.
Lo que deja abierta la puerta de una posible extradición, así como en su día otro de los capos más buscados, Joaquín El Chapo Guzmán fue extraditado a Nueva York poco después de Donald Trump tomara el poder en 2017.
Caro Quintero cumplió 28 años de condena en una prisión en Jalisco y cuando le faltaban 12 para cumplir su sentencia, un juez federal lo liberó por un error de forma que el Gobierno estadounidense jamás olvidaría.
El brutal asesinato de Kiki Camarena reventó el poder que los capos de la droga mexicanos habían adquirido durante décadas.
La persecución de la DEA contra todos los fundadores del cártel de Guadalajara lanzó un duro mensaje para el narcotráfico, que se vio acorralado por primera vez.
Pero ninguno fue extraditado y las autoridades mexicanas no impidieron la liberación de Caro, lo que supuso un segundo golpe para la credibilidad del organismo en la lucha contra el tráfico de estupefacientes.
UN DATO- La inteligencia mexicana filtró a la prensa local que Caro Quintero trabajaba en coordinación con el cártel de Juárez y su brazo armado, La Línea, para recuperar zonas de Sonora que mientras él estaba en prisión habían sido tomadas por otro cartel, Gente Nueva, una célula de los de Sinaloa, especialmente los enviados de una de las facciones del poderoso cartel, los hijos de El Chapo, conocidos como Los Chapitos.
- - Además de Badiraguato, hay otro lugar donde los vecinos habían ubicado a Caro Quintero antes que la DEA o el FBI. En el municipio de Caborca (Sonora) asediado desde hace más de un año por la violencia entre cárteles locales, comenzó a sonar su nombre
- - No era raro, pues los que recuerdan la época de los ochenta, tienen en su imaginario la llegada de la familia de Caro Quintero a este pueblo del desierto sonorense
- - Cuando ni las calles estaban asfaltadas, una reportera con más de dos décadas de trabajo en la zona, tiene grabada una imagen que todavía no olvida: una limusina rosa
- - “Caro trajo mucho dinero al pueblo, la gente lo estima mucho a él y a su familia. Muchos se quedaron a vivir acá y es algo conocido que va y viene de Sinaloa a estos rumbos”, señalaba en una entrevista desde el otro lado del teléfono.
Hija de Octavio César Cosío, el exsecretario de Educación en Jalisco