El exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, de regreso a su escaño en el Senado, advierte que Morena debe aprender a ser gobierno y no seguir actuando como si fuera un partido de oposición.
Además, reprueba la gestión de Mario Delgado al frente de Morena y vaticina que de las seis elecciones estatales que habrá este año para renovar gubernaturas, cuatro las ganará el presidente Andrés Manuel López Obrador y dos las perderá Delgado, por imponer a sus candidatos sin consultar a la población.
El exmandatario estatal y empresario rechaza calificar de “traidores” a quienes votaron en contra de la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador y afirma que panistas, priistas y perredistas “son tan mexicanos” como los morenistas.
Explica que si se tardó cinco meses para retomar sus actividades legislativas tras concluir su breve periodo como gobernador, fue porque quería estar un tiempo con sus seres queridos, y aunque tenía la invitación del presidente López Obrador para ser subsecretario de Gobernación o director de la Conagua, prefirió regresar al Senado para no alejarse de Baja California, donde están su familia y su empresa.
De los señalamientos en su contra por presuntas irregularidades en su administración, Jaime Bonilla asegura estar tranquilo y pide que se investigue “lo que se tenga que investigar”.
¿Apoya la campaña para exhibir de traidores a quienes votaron contra de la reforma eléctrica?
- Es muy fácil catalogar de traidores nada más porque no está de acuerdo contigo, pero eso no es correcto. Yo no me atrevería a catalogarlos como traidores, simple y sencillamente no estamos de acuerdo en lo mismo, yo creo que debemos de respetar la opinión y la decisión de todo el mundo, aunque no nos guste.
Yo diría que somos tan mexicanos los priistas como los morenistas, como los panistas, todos queremos al país, pero lo vemos desde un punto de vista diferente. Por eso yo creo que el diálogo tiene que prevalecer, también nosotros tenemos que entender que tenemos que aprender a ser gobierno, porque no podemos pensar como oposición, ya debemos pensar como gobierno, y ahora muchos de los documentos que defendemos nosotros obviamente eran muchos los que atacábamos antes. Es la realidad, te conviertes de tu exposición y ahora eres gobierno ¿y ahora qué hago?, y luego te das cuenta que no son las cosas exactamente como las veías de afuera.