Quedan obsoletos escáneres de AICM

Los escáneres de cuerpo completo tipo cápsula que comenzaron a ser utilizados desde 2009 en los filtros de revisión en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ya son inoperantes

Ahora, los pasajeros tienen que ser revisados alzando brazos mientras un oficial pasa por el cuerpo un detector de metales manual. Si el aparato suena de forma inusual, los guardias añaden una supervisión física de la cintura y el calzado.

 Los filtros en forma de cápsula, que causaron polémica desde 2009 porque supuestamente ponían "al desnudo" a los pasajeros, ya están desenchufados; incluso las nuevas versiones que fueron incorporadas en los últimos años ya no funcionan.

 "No sirven desde hace meses, se han ido desconectado porque daban muestras positivas que eran negativas", dijo a REFORMA una guardia de la empresa Tecnología en Seguridad Privada.

 Para la inspección de pasajeros en las terminales 1 y 2 del aeropuerto esos aparatos ya resultan un estorbo, a decir de los vigilantes.

 "En Terminal 1 funciona uno o dos, pero con pésimas lecturas, pero existen más de 20 de estas máquinas, y ya no sirven", agregó el guardia.

 Los agentes se apoyan de viejos arcos de seguridad, que prenden focos verdes o rojos, y de las máquinas de rayos X para el equipaje.

 Los marinos, presentes en el AICM desde febrero de 2022, ven de lejos el procedimiento, pero sin intervenir.

 Por ejemplo, en la Terminal 2, de los seis filtros instalados por la empresa Leidos, sólo trabaja uno, pero también con lecturas imprecisas, se advirtió.

 "Si el pasajero trae el cabello húmedo y parte de su ropa por el sudor se tiene que aplicar una revisión con dispositivos manuales, entonces es doble trabajo", señaló otro agente privado.

 La "cápsula" instalada en el acceso a empleados en la T2 tampoco funciona.

 Los elementos privados echan mano de los filtros Garret y colocan como "cristo" al que ingresa, para una segunda revisión con el detector móvil de la misma marca.

 En la T1 los agentes aseguraron que el problema es mayor.

 En diciembre de 2021, el AICM pagó 422 millones de pesos a la empresa Provetecnia para el servicio de mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos de seguridad de las marcas Leidos (anteriormente L3communications ) y CEIA hasta noviembre de 2023.

 Ese contrato abarcó 72 máquinas de rayos X, 22 detectores de metales pórticos CEIA, 61 trazas de detectores de explosivos Leidos y 16 detectores de explosivos Leidos mediante tomografía.

 Cuando fue adquirida esta tecnología, en 2009, se desató una polémica por considerarse que se invadía la privacidad de las personas.

 
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