- CIUDAD DE MÉXICO
La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central mencionó la posibilidad de presiones de costos mayores a las previstas, de acuerdo con la minuta de la reunión de política monetaria realizada el 8 de noviembre.
Uno de los integrantes apuntó que existe la posibilidad de presiones fiscales derivadas de las necesidades de apoyo a la población afectada por "Otis'.
Otro de ellos señaló que los costos pueden aumentar más de lo contemplado debido al apretamiento del mercado laboral -con demanda de trabajo fuerte, tasa de desempleo baja y aumentos salariales- y a factores idiosincrásicos, como la inseguridad, los incrementos previstos al salario mínimo y los efectos del huracán "Otis".
Enfatizó que debe darse un mayor peso a factores climatológicos en el balance de riesgos para la inflación. También dijo que la inflación de servicios podría seguir presionada en los siguientes meses.
Algunos identificaron como riesgo la política fiscal procíclica (cuando la economía está en auge y los ingresos gubernamentales se incrementan, el Gobierno eleva más su gasto e incluso su endeudamiento).
Uno destacó que a pesar de que para 2023 se espera un déficit menor al aprobado, para 2024 se contempla un déficit de balance público de 4.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Externó que, lo anterior, aunado con los cambios en la estructura del gasto público, imprime retos significativos para la consolidación fiscal prevista para 2025.
Adicionalmente, advirtió que la falta de un plan para asegurar la viabilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el mediano y largo plazos, más allá de los apoyos que se le han otorgado para darle liquidez, representa un riesgo para la sostenibilidad de las finanzas públicas y la calificación crediticia, según la minuta.
Como otro riesgo al alza para la inflación, la mayoría subrayó la posibilidad de que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada y que el mercado laboral continúe apretado.
En ese sentido, uno consideró que el dinamismo de la demanda agregada y del mercado laboral apunta a mayores presiones sobre los precios y sugiere que el proceso de desinflación pudiera desacelerarse.
Algunos destacaron el riesgo de presiones sobre los precios de los energéticos debido al escalamiento de conflictos geopolíticos.
En las minutas de Banxico, los comentarios no tienen nombre ni apellido de quiénes los emitieron. Cuando se menciona un comentario, se refieren a su autor como un miembro de la Junta y cuando se agrega una nueva opinión se refieren al autor como otro miembro.
Anticipan recorte a tasa en primer trimestre de 2024
Algunos integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico señalaron que el primer recorte a la tasa de referencia, actualmente de 11.25 por ciento, podría ocurrir en las reuniones del primer trimestre de 2024, debido a que el proceso desinflación está en marcha.
Uno de los integrantes resaltó la disminución que las inflaciones general y subyacente han mostrado desde el tercer y cuarto trimestres de 2022 respectivamente, y que hacia delante se anticipa que la desinflación continúe.
"En este contexto, argumentó que en las reuniones del primer trimestre de 2024 se podría comenzar a evaluar la posibilidad de ajustar a la baja la tasa de referencia", se lee en el documento.
Otro de los miembros coincidió en que, si bien la tasa de referencia debe mantenerse en su nivel actual, en las decisiones del primer trimestre de 2024, podría empezar a discutirse la posibilidad de un "ajuste fino" en la tasa de referencia, dependiendo de que la información disponible apunte a que riesgos como que la economía muestre una resiliencia mayor a la esperada y que el mercado laboral continúe apretado no se materialicen, además de que la inflación se ajuste a la trayectoria pronosticada.
Sin embargo, enfatizó que debe reconocerse el avance en la desinflación. Además, opinó que el lapso en el que la tasa permanecerá fija ya no debe categorizarse como un periodo "prolongado", sino que explícitamente debe señalarse que se mantendrá sin cambios al menos hasta fin de año.
Recomendó comunicar que, pese a que la normalización de la postura monetaria parece lejana, no se descartan ajustes ocasionales y graduales durante los primeros trimestres del próximo año.
Otro de los integrantes coincidió en que, considerando los avances esperados en el panorama inflacionario, el primer recorte podría ocurrir a inicios del primer trimestre de 2024. Un cuarto miembro indicó que, si bien existe la posibilidad de ajustar la postura monetaria en el primer trimestre del próximo año, ello está sujeto a supuestos relacionados con el panorama inflacionario, el cual puede cambiar rápidamente bajo el entorno adverso, ante diversos riesgos.
En tanto, el quinto integrante de la Junta de Gobierno opinó que, con la información disponible, la tasa de referencia se debe mantener en su nivel actual todavía por cierto tiempo y que la postura monetaria restrictiva probablemente deba preservarse a lo largo del horizonte de pronóstico (2025) con la finalidad de mitigar riesgos, afianzar la tendencia a la baja de la inflación y seguir propiciando el descenso de sus expectativas. Este último no externó en qué momento debería iniciar un recorte a la tasa de referencia.