Agresor de Carmen apela a su sentencia por ataque con ácido

Carmen Sánchez, sobreviviente a un ataque con ácido, denunció que la defensa de su agresor, Efrén García Ramírez interpuso una apelación con la finalidad de revocar la condena y quedar absuelto, la audiencia se llevará a cabo el 25 de agosto

  • CIUDAD DE MÉXICO

Sánchez expresó en sus redes sociales "no sé qué va a pasar, pensé que esta tortura institucional ya se había acabado, pero no. Casi una década luchando".

Exigió al poder judicial del Estado de México sostenga la sentencia, "aunque la defensa se refiera a mí como la supuesta víctima, yo tengo las pruebas del crimen en mi cuerpo".

El pasado 11 de mayo, Carmen obtuvo la primera sentencia histórica por un ataque con ácido en tentativa de feminicidio en México y América Latina, por 46 años y ocho meses. Una multa de 212 mil 545 pesos y el pago de 3 millones 987 mil 208 pesos como reparación del daño.

Al exterior del Juzgado de Distrito Judicial de Chalco, Estado de México, Carmen expresó "jamás pensé que llegaría este momento tras nueve años de lucha, que se castiga en tentativa de feminicidio. El ácido me quitó mi identidad, me dejó afectaciones físicas y emocionales".

Carmen fue agredida por su expareja

En el 2014 Carmen Sánchez fue agredida por su expareja y sufrió quemaduras en la mitad del rostro, cuello, pecho y piernas, se ha sometido a varias cirugías que oscilan entre los 100 mil a 300 mil pesos cada una. Además de recibir acompañamiento psicológico, terapia física, medicamentos especializados, y también acompañamiento de su red de apoyo.

La "violencia ácida" es denominada por la Comisión Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) como "agresiones con una altísima carga simbólica que pretenden marcar de por vida, dejar el rostro desfigurado y en el cuerpo de la víctima la estampa de su crimen, de sus celos, de su odio".

La comisión señaló que el ácido y otras sustancias corrosivas son utilizados en muchos países como un arma que no solo pretende causar un sufrimiento físico enorme, sino también para imponer una condena social.