Para miembros del Congreso de Estados Unidos, uno de los temas centrales que deben abordarse con México ante la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de México es la restricción al maíz genéticamente modificado.
Sin embargo, desde hoy, en su primer discurso como Presidenta, Sheinbaum dejó en claro que México no avalará la siembra de granos transgénicos.
"Avanzaremos en la autosuficiencia alimentaria. No permitiremos la siembra de maíz transgénico. Seremos autosuficientes en maíz blanco", reiteró la Mandataria ante el Congreso mexicano.
Este mismo martes, en el marco de la toma de protesta de Sheinbaum, congresistas estadounidenses llamaron a Tom Vilsack, Secretario de Agricultura de Estados Unidos, y a Katherine Tai, titular de la Representación Comercial, a que ante el cambio de Poder en el País se priorice la discusión sobre el decreto mexicano que limita la importación de maíz transgénico, especialmente para consumo humano.
"Instamos a seguir colaborando con sus homólogos mexicanos para abordar las barreras comerciales actuales, incluida la prohibición de México sobre el maíz transgénico", indicaron en una carta enviada este 1 de octubre poco antes del discurso de Sheinbaum.
"Además, solicitamos una sesión informativa de la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) sobre el estado de la consulta sobre la disputa del maíz transgénico con el Gobierno mexicano".
Los legisladores estadounidenses, principalmente republicanos, buscan tener información clara que anticipe cualquier cambio o desarrollo sobre la relación comercial bilateral bajo la nueva Administración de Sheinbaum, en particular en lo que se refiere a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026.
Los congresistas refirieron que estados como Iowa, Ohio, Wisconsin, entre otros, argumentaron que, al ser México el principal socio comercial de Estados Unidos y el segundo destino de las exportaciones agrícolas de ese país, especialmente en materia de maíz, debe atenderse la disputa actual por los efectos entre los productores y eventuales restricciones que puedan sumarse.
"Con más del 90 por ciento del maíz en Estados Unidos cultivado con variedades transgénicas, este decreto ha creado una enorme incertidumbre para nuestros agricultores, empresas y desarrolladores de semillas desde el decreto original en 2020", aseguraron los firmantes en la misiva.
El decreto publicado en febrero de 2023 actualizó la versión de finales de 2020 que restringía por completo la entrada al País de maíz genéticamente modificado, sin detallar si era para consumo humano o pecuario. En dicho documento expedido el año pasado se llama a reducir las autorizaciones y permisos para adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado, así como glifosato.
En el último paquete de reformas enviado por el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador se instruyó restringir las importaciones de maíz genéticamente modificado sólo de maíz quebrado, para así garantizar que la semilla transgénica no sea sembrada en el País.
Para los estadounidenses, cuyo 90 por ciento de producción de maíz es transgénica, será fundamental el diálogo con el nuevo Secretario de Agricultura mexicano, Julio Berdegué, ante la incertidumbre legal que trascendió ya el cambio de Gobierno en México.
"Entendemos que Julio Berdegué, el Secretario de Agricultura entrante de México, dijo que la nueva Administración abandonará su objetivo de reducir las importaciones de maíz amarillo, comúnmente utilizado en la alimentación animal.
"Sin embargo, tanto el decreto como la regulación de México para prohibir el maíz transgénico (NOM-187) siguen vigentes, y la legislación relacionada podría avanzar en la legislatura de México", alertaron los congresistas de Estados Unidos.