Tras 50 días expuesta a un derrame de hidrocarburos que causó la muerte de especies nativas y animales domésticos, además de la intoxicación de personas derivada de exponerse a la contaminación de pozos y parcelas, la comunidad indígena totonaca de Ojital Viejo en Papantla, Veracruz, denunció a organizaciones no gubernamentales que hay un derrame de hidrocarburos de Pemex en la zona.
Así lo informó Greenpeace y la Alianza Mexicana Contra el Fracking a quienes las comunidades les informaron que, desde el inicio del derrame, el pasado 21 de agosto, pese al conocimiento de las autoridades, ha habido omisión, actos negligentes y discriminación para atender la expansión de combustible que ya contaminó 12 kilómetros del arroyo del Río Cazones.
Asimismo, acentuaron que, además de haber causado la muerte de especies nativas y animales domésticos, pozos artesianos y parcelas de cultivo, el derrame de hidrocarburos ha puesto en peligro la salud e integridad de poblaciones vecinas a los municipios de Papantla y Coatzintla.
"En un recorrido realizado por la Alianza Mexicana contra el Fracking los pasados 28 y 29 de septiembre se obtuvieron evidencias de que el derrame sigue sin ser atendido debidamente. Una cuadrilla de 8 empleados de Pemex, sin equipo de seguridad y con herramientas rudimentarias, se limita a remover el suelo contaminado y a colocarlo a un costado del arroyo, sin ninguna medida de seguridad que proteja el suelo ni los cuerpos de agua, empeorando la situación con las lluvias que nuevamente se presentaron el día 1 de octubre.
"Los habitantes de Ojital Viejo, Papantla y de El Chote, Coatzintla, refieren trato despótico y discriminatorio, así como la negligencia por parte de Pemex y de otras instancias responsables de atender el desastre, el cual inició el 21 de agosto y hasta hoy no se han acercado autoridades para atender la fauna y flora endémica afectada, ni la salud de los habitantes. Tampoco ha habido información oportuna sobre el alcance del derrame y las medidas para frenarlo y remediarlo", se lee en el comunicado difundido por ONG en favor de la preservación del medio ambiente.
Frente a estos hechos, las comunidades indígenas se organizaron para exigir la debida atención y llamaron a la sociedad para sumarse al apoyo solidario de voluntarios que han realizado brigadas de atención a la fauna afectada y han acompañado e informado a la población sobre los impactos del derrame pues acusan que, hasta el momento, ni el gobierno federal, ni local, se pronunció sobre el tema y ofreció apoyo.
El derrame fue localizado por la comunidad el día 21 de agosto, luego de identificar olor a azufre en la parte alta de la comunidad, lo cual alertó a los vecinos y autoridades comunitarias quienes se dieron a la tarea de buscar el punto de fuga identificado en uno de los dos oleoductos que, junto con dos gasoductos corren por la comunidad.
Instalaciones de Pemex sin mantenimiento desde hace 70 años
Los afectados denunciaron que los incidentes son constantes y pues las instalaciones tienen más de 70 años de servicio sin recibir el debido mantenimiento por parte de Pemex, quien es responsable de las mismas.
Los habitantes de Ojital Viejo informaron que en septiembre del año pasado sufrieron durante varios días la fuga de gas de uno de los gasoductos, y recordaron que el mismo oleoducto ahora reportado, ya había ocasionado otros desastres hace 4 y 10 años.
Añadieron que las comunidades de El Tajín, El Chote Coatzintla y otras más enfrentan continuamente este tipo de desastres y que siempre son mal atendidos por Pemex, que "deja los lodos contaminados, los cultivos afectados y no toma medidas de fondo para evitar estos desastres".
"Este no es un hecho aislado, sino que es parte de toda una dinámica de constantes impactos derivados de la actividad petrolera en la zona, que, pese a haber sido declarada en tres ocasiones Patrimonio de la Humanidad, en reconocimiento al sitio arqueológico de El Tajín; la ceremonia ritual de los Voladores de Papantla y al Centro de las Artes Indígenas, para Pemex y las autoridades de México este territorio es zona de sacrificio", condenó Greenpeace.
Así, las comunidades afectadas, la ONG internacional y la AMCF, en representación de otras 10 asociaciones exigen a Pemex retirar de inmediato los lodos y demás materiales contaminados; asumir la labor y el financiamiento de la restauración de los ecosistemas y cultivos afectados, así como la atención a las personas afectadas y dar mantenimiento a sus ductos y demás instalaciones, especialmente aquellas que atraviesan pueblos y comunidades.
Por otro lado, pidieron a la empresa petrolera adoptar las medidas pertinentes de prevención y no repetición; que las autoridades responsables de regular la operación tomen medidas para sancionar ejemplarmente a la empresa y que el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo destine recursos para la remediación de sitios contaminados por hidrocarburos.