- Washington DC, Estados Unidos
General Motors y Ford, junto con las japonesas Toyota y Nissan, han fabricado automóviles para la exportación en el país durante mucho tiempo y para 2021, México se convirtió en el séptimo fabricante de automóviles más grande del mundo. Pero a medida que la industria cambia de los motores de combustión a la energía de baterías, ¿México mantendrá su atractivo?, cuestionó la publicación.
Si la firma de Elon Musk se instala en México, será la última de una larga lista de empresas que han optado por fabricar vehículos en un país que limita con el segundo mercado automotor más grande del mundo, destacó la revista.
La publicación indicó que muchas de las ventajas de México son válidas tanto para los vehículos eléctricos como para la combustión interna, como una mano de obra calificada que es mucho más barata que al otro lado de la frontera. "México fue la primera planta fuera de Japón para nosotros; hay una calidad de fábricas extraordinaria", dijo Claudia Rodríguez de Nissan México.
Algunas empresas están reconvirtiendo fábricas y al menos ocho plantas ya están ensamblando vehículos eléctricos en México. En el Estado de México, Ford fabrica su Mustang Mach-e y triplicará su producción de eléctricos a 210 mil unidades.
GM está gastando mil millones de dólares para reconfigurar una planta en Coahuila, donde fabricará el nuevo modelo de Chevrolet Blazer a partir de 2024. Planea convertir sus otras dos plantas a producción de vehículos eléctricos para 2035.
Pero las armadoras probablemente invertirían aún más si no fuera por los baches en el camino, indicó The Economist.
El objetivo de México es que los vehículos eléctricos representen la mitad de todos los vehículos producidos para 2030. El jefe de GM en México ha dicho que el 15 por ciento es más realista, y eso es porque faltan incentivos.El enfoque caprichoso de la formulación de políticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador es otro semáforo en rojo, indicó la revista británica.
A los ejecutivos les preocupa que el gobierno dé prioridad a la generación de energía por parte de empresas nacionales, que en su mayoría usan petróleo y gas y son más caras.
Si los costos de la energía aumentan y los suministros se vuelven inciertos, los fabricantes dicen que es posible que México ya no sea un lugar competitivo para fabricar cosas.
Señaló que GM ha dicho que no invertiría más en México si sus leyes no fomentan la energía limpia.