Niños que tomaban clases en la escuela primaria de la colonia San Antonio del Monte, que ha sido refugio de bandas de tzotziles que se dedican al narcomenudeo, fueron desalojados del plantel durante un operativo que emprendieron al medio día elementos del Ejército, Guardia Nacional y miembros del grupo Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (Pakal) de la Policía Estatal.
Cuando los maestros se percataron de la presencia de las fuerzas federales y estatales montaban un operativo en residencias cercanas al plantel, los profesores pidieron a los niños que se fueran a sus casas.
Al momento que los niños dejaron las aulas, los soldados y policías trataban de ingresar a un domicilio, aparentemente propiedad de un jefe de una de las células de las pandillas que se dedican al narcomenudeo, robo de vehículos, motocicletas y venta de armas de fuego.
Un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública sobrevolaba la colonia donde la mayoría de los habitantes son de origen tzotzil, lo que más atemorizó a los niños que abandonaron inmediatamente los salones.
Fue en ese momento que los maestros de la Escuela Primeria Indígena Benito Juárez, pidieron a los niños que tomaran sus mochilas y salieran en orden para dirigirse hacia sus hogares.
Los niños corrieron hacia sus casas, mientras los soldados y policías trataban de derribar la puerta de una casa.
En San Antonio del Monte los pandilleros tzotziles acostumbraban a disparar al aire sus fusiles de asalto, lo que provocó que al menos dos niños perdieran la vida por balas perdidas, hace varios meses.
En la colonia se levantan construcciones ostentosas, con ventanas de cristales ahumados, terrazas y miradores y en los garajes, los tzotziles estacionan vehículos de modelo reciente.
En esa escuela, el 20 de agosto del 2023, tzotziles quemaron libros de Texto Gratuitos, por considerar que eran satánicos.
Propietarios de la casa ubicada en Calzada de la Raza número 8, en barrio de Fátima, dos mujeres que viven solas fueron sometidas por elementos de la Policía Estatal, pero cuando sus familiares se percataron que tiraban la puerta de la vivienda, se acercaron a pedir al jefe del grupo que mostrara la orden de cateo, pero no lo mostró. Fue entonces, que todas las mujeres y niños fueron obligados a arrodillarse.
Dos mujeres que se identificaron únicamente como Martha y Ana Laura denunciaron que cuando se notaron la presencia de la policía en la casa de sus tías que viven solas, no las dejaron salir para ir a ver qué es lo que sucedía. "No nos dejaron salir". "Lo primero que hicieron fue encañonarnos y que nos hincáramos, mientras los demás entraron a los cuartos a buscar no se qué cosa. Nosotros somos gente honesta. No nos dedicamos a nada malo".
Las mujeres contaron que sus tías están atemorizadas y que como familia, ven con agrado los operativos, pero pidieron a la Policía que "realicen bien su trabajo".