La polémica continúa en México a cuenta del TMEC, el tratado comercial de América del Norte. Estado Unidos y Canadá han iniciado un procedimiento para defender los intereses de sus empresas energéticas en el país.
A su entender, el Gobierno de México, liderado por Andrés Manuel López Obrador, incumple el tratado, favoreciendo a compañías estatales, caso de Pemex o la CFE.
Este viernes, el mandatario se ha referido de nuevo al asunto en conferencia de prensa: “No hay ninguna violación al tratado.
Que le quede tranquilidad al pueblo de México, no estamos incumpliendo ningún compromiso”.
De visita en Puerto Vallarta, Jalisco, López Obrador ha aprovechado la primera pregunta de los reporteros para hilar un largo monólogo sobre el TMEC, la soberanía de México sobre el petróleo nacional, los “traidores a la patria” que critican su política energética y los escenarios que, a su juicio, enfrenta el país.
El mandatario ha anunciado que México fijará oficialmente su postura sobre los reclamos de los países vecinos el día de la fiesta nacional, 16 de septiembre.
“Tenemos pensado convocar al pueblo la noche del grito, el 15 de septiembre, en el zócalo. Al día siguiente, vamos a llevar a cabo el desfile militar conmemorativo.
Y ahí vamos a fijar nuestra postura sobre este asunto. Pero no vamos a ceder, porque es un asunto de principios, tiene que ver con nuestra soberanía”, ha indicado el presidente.
SE CENTRA EN HIDROCARBUROSEl mandatario se ha centrado en la parte del tratado que habla de los hidrocarburos. Incluso ha solicitado que proyectaran una parte del texto del documento en la enorme pantalla que presidía el estrado.
Con el texto en pantalla, López Obrador ha elaborado un relato de lo que ocurrió, a su entender, a finales del Gobierno anterior, durante la negociación del TMEC, que venía a sustituir al tratado anterior, el TLCAN.
DETUVIERON NEGOCIACIÓN“Cuidamos desde el inicio del Gobierno no comprometer el petróleo. Eso nos llevó a detener la negociación, casi dos semanas, porque el Gobierno anterior [encabezado por Enrique Peña Nieto] había ofrecido un capítulo especial del tratado entregando el petróleo.
Así de claro. Nosotros estábamos como observadores, porque aún era presidente electo. Nosotros dijimos que no estábamos de acuerdo.
Se molestaron los negociadores del Gobierno de EE UU y se levantó la mesa. Hubo planteamientos acerca de lo mismo de siempre: que si no aceptábamos nos iba a ir muy mal, que iba a haber devaluación. Y dijimos ‘no, queremos que cambie el capítulo, es más que no se toque el tema”.