Ciudad de México
Uno de los nueve disparos que dio un comando armado el sábado 5 de agosto alcanzó a entrar en el estudio de grabación. No era la primera vez que el tradicional programa de radio El Txoro Matutino, de Cuernavaca, era atacado a balazos. Por eso cuando los más mayores vieron los impactos en la fachada al llegar el lunes a trabajar entendieron de inmediato de qué se trataba. Pudieron verlo incluso grabado en las cámaras que le instaló el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas después del primer ataque en 2016. Cerca de la medianoche de aquel sábado, dos personas armadas entraron en la plaza donde está el medio y le dijeron al velador un comentario que le hizo correr a resguardo. Inmediatamente después comenzaron a disparar contra la fachada. La mala puntería dejó los impactos desperdigados, a excepción de uno, que ingresó por la segunda O de Txoro en el cartel de entrada y acabó donde cada día el equipo de periodistas sale al aire. Una bala que se erige como signo de la descomposición política e institucional que vive el Estado de Morelos, con sus tres poderes sumergidos en una batalla entre sí.
Si existieran las coincidencias, el ataque a El Txoro Matutino las tendría todas. Viridiana Arias, una de las fundadoras del programa, retrata sentada en la radio la antesala a la balacera. El pasado 27 de julio, la periodista asistió a la conferencia matutina de Andrés Manuel López Obrador. Había ido varias veces, pero nunca le habían dado la palabra. Aquel jueves salió en la lotería y el equipo del mandatario le dio el micrófono. Lo que siguió fueron 18 minutos de un cruce intenso, "pero respetuoso", dice. La conversación giró en torno a Morelos. La reportera cuestionó la defensa del presidente al gobernador Cuauhtémoc Blanco, pese a las decepcionantes cifras que tiene la entidad, que en 2022 registró fuertes aumentos en homicidios y feminicidios. "Respeto tu opinión, pero no la comparto", le respondió el mandatario. "No son opiniones, son números", sostuvo Arias.
Los problemas no empezaron hasta una hora después de la conferencia presidencial. Mientras el equipo de periodistas desayunaba tras salir de Palacio Nacional, comenzaron a llegar amenazas al teléfono de Juan José Arrese, el director del programa radial. "Decían: ´Sabemos dónde están tus hijos´. ´Deja de chingar, te vamos a partir tu madre´, y ´Dile a tu reportera, que estás usando para pegarle a Cuauhtémoc, que ya sabemos dónde anda", recuerda Arias. El enojo del Gobierno estatal por aquella mañanera fue grande, asegura la reportera, los comentarios le llegaron de varios frentes. La radio acostumbra a tener una línea editorial muy crítica con Blanco desde el inicio, pero también han sido críticos con el anterior gobernador, Graco Ramírez, algo que creen que les valió el primer ataque, cuando otro comando armado disparó con toda su furia sobre la misma fachada.
Impacto de bala que atravesó el vidrio de una ventana de la CDHM.