El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones el jueves contra miembros o colaboradores del Cártel Jalisco Nueva Generación que, al parecer, incursionaron en un negocio secundario de fraude de tiempo compartido que presuntamente tenía como objetivo a estadounidenses de edad avanzada.
Ryan Donner, un agente de bienes raíces en el destino turístico de Puerto Vallarta, en la costa mexicana del Pacífico, dijo que el fraude era poco frecuente, pero muy sofisticado.
El cártel es mejor conocido por la producción de millones de dosis del opioide letal fentanilo y de su trasiego hacia Estados Unidos, haciéndolo pasar por medicamentos como Xanax, Percocet u oxicodona. Ese tipo de pastillas causa alrededor de 70.000 muertes por sobredosis al año en Estados Unidos.
Pero los miembros y colaboradores del cártel aparentemente decidieron diversificarse y estafar por millones de dólares a personas que querían vender sus tiempos compartidos en México. La estafa se centró en Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco y que es una zona dominada por el cártel. Conocido por sus siglas CJNG, el grupo inspira tanto miedo en México que, a menudo, se la conoce simplemente como “las cuatro letras”.
La Oficina para el Control de Activos en el Extranjero (OFAC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro impuso sanciones a Eduardo Pardo Espino —prófugo de una acusación de narcotráfico en Estados Unidos_, así como a otras seis personas y a 19 empresas turísticas o inmobiliarias mexicanas. Las sanciones congelan cualquier activo que las personas o empresas tengan en Estados Unidos y prohíben a los ciudadanos o empresas estadounidenses realizar cualquier transacción con ellos.
PROFUNDA IMPLICACIÓNBrian E. Nelson, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, declaró que “la profunda implicación del CJNG en el fraude de tiempos compartidos en la zona de Puerto Vallarta y en otros lugares, que a menudo tiene como objetivo a ciudadanos estadounidenses de edad avanzada y puede defraudar a las víctimas los ahorros de toda su vida, es una importante fuente de ingresos que sustenta las actividades delictivas en general del grupo”.
Los estafadores se ponían en contacto con personas, a menudo estadounidenses, para vender propiedades de tiempo compartido en Puerto Vallarta.