Sandra llegó a final de mes sin un peso en su cuenta de banco y con el refrigerador vacío. Faltaban tres días para que recibiera su paga quincenal cuando decidió hacer algunas compras. “Fui al súper, di el clásico tarjetazo, pero era eso o no comer”, dice en consulta. La trabajadora de 34 años (que prefiere omitir su apellido) se justifica diciendo que pagará todo después y que solo hizo una compra de 300 pesos para pasar el momento, pues “la comida está cada día más cara”.
Millones de mexicanos han tenido que hacer uso de su tarjeta de crédito para enfrentar los gastos debido a la intensa escalada de precios. Aunque la inflación generalizada se ha estancado en 8,7% al término de septiembre, en este mismo mes los mexicanos aumentaron su uso en tarjetas de crédito un 22,9% de acuerdo con un reporte de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Entre los rubros de gasto donde más ha crecido el uso del crédito al consumo es tiendas de autoservicio, restaurantes, gasolineras y tiendas departamentales, entre otros.
El reporte señala que tan solo en el mes de septiembre, los mexicanos gastaron 125.816 millones de pesos, el mayor nivel en el mismo mes en los últimos cuatro años. En lo que va del año, el gasto hecho con tarjetas de crédito es de 1 billón 94.389 millones de pesos, un crecimiento de poco más de 57% comparado con el periodo de enero a septiembre de 2021.
Es justamente cuando se trata de comer cuando la cartera de los mexicanos sufre más. Pese a los intentos del Gobierno mexicano de contener el precio de los alimentos de la canasta básica, éstos han crecido 15,7% en el mes de septiembre. “Es un dato que debe encender los focos rojos”, dice en entrevista Mario Di Costanzo, consultor financiero y expresidente de la Condusef. “Este tipo de endeudamiento primero se puede convertir en morosidad, y, por otro lado, el impacto del aumento de la tasa de interés de referencia va a ser más negativo”, refiere el especialista.
Según los expertos en finanzas, aunque la tarjeta de crédito puede ser una excelente herramienta de financiamiento, no es recomendable usarla en bienes de consumo inmediato. “Podríamos estar pagando por un tiempo bastante extendido, algo que nos duró tal vez minutos, horas o algunos días”, refiere Juan Carlos Cruz Tapia, maestro en finanzas por la Escuela Bancaria y Comercial. “Una de las principales recomendaciones es que lo que compremos dure al menos el mismo tiempo que nos vamos a tardar en pagarlo”, indica.
Según la Condusef, el valor promedio de las transacciones que se hicieron con este tipo de plásticos fue de 907,5 pesos (unos 45 dólares), mientras que con las tarjetas de débito el gasto fue menor, con 498,6 pesos (unos 25 dólares). “Las personas no hacen un financiamiento de bienes de consumo inmediato por gusto, sino porque realmente es su manera de estar apoyando el alza de precios”, dice Cruz.
En general, los usuarios de tarjeta de crédito son buenos pagadores. Según los Indicadores básicos de tarjetas de crédito que ofrece el Banco de México, con datos hasta junio de 2021 (los más recientes), de los 25,1 millones de plásticos que circulan en el país, 61,3% hizo el pago total de su deuda, y de los que no cubrieron todo el monto, 27,6% hizo el pago mínimo requerido por el banco. “Lo ideal es hacer una planeación detallada de los gastos que vamos a hacer, sobre todo con las tarjetas”, dice Tapia.
Para Di Costanzo, es muy probable que la inflación pueda seguir escalando en la última parte del año, impulsado por el consumo que se realiza tradicionalmente a finales de año. “Es muy probable que veamos que siga el alza en varios productos, sobre todo de alimentos, hay que estar prevenidos”, finaliza el expresidente de la Condusef.