La respuesta del Gobierno Federal y las autoridades estatales ante las acciones violentas del crimen organizado contra la sociedad en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, se quedó corta, en contraste con el gran dramatismo y terror que causaron los delincuentes a la población, advirtió Alberto Capella, ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana.
Al especialista en seguridad de AC Consultores, le sorprendió la cadena de actos criminales en esas entidades, ante una autoridad de los tres niveles de gobierno pasiva, incapaz y hasta temerosa.
“Si veo el escenario muy preocupante, veo un festín criminal y un desaliento social que no había visto nunca, y que te lo está diciendo quien desde 2005 vivió una crisis en mi tierra (Tijuana), impresionante”, dijo el ex presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, quien sufrió un atentado el 27 de noviembre del 2007 en su casa en Playas de Tijuana.
Para Capella fue impactante la articulación con la que el martes pasado grupos criminales activaron narcobloqueos en Guanajuato y en Jalisco, con un nivel mayor al incendiar una cantidad aproximadamente de 25 locales comerciales.
“De una empresa en particular, que bueno, es muy conocida (Oxxo) y también últimamente señalada desde la primer tribuna política de este País. Y pareciera que esas acciones dejaron claro la capacidad de movilidad y la capacidad de elemento sorpresa de estos grupos sobre las instituciones.