Además de las fallas evidentes en los Libros de Texto Gratuitos (LDTG), señalados por diversos sectores de la comunidad académica, éstos tienen errores estructurales en la metodología y en la conceptualización de la implementación de los materiales.
Porque no tienen secuencias para aprender los contenidos, contiene elementos que no son pertinentes para la edad de los educandos a los que están dirigidos, ni para lo que pretende enseñar.
Además, los procesos educativos que plantean no corresponden en ningún sentido ni a los intereses ni a las capacidades de los niños, señalaron especialistas en educación durante el foro "Libros de texto gratuitos para una educación con futuro", organizado por las bancadas del PAN, PRI y PRD en la Cámara de Diputados.
Refirieron que ante el inminente inicio del próximo ciclo escolar, la responsabilidad va a recaer en los maestros y maestras, y tendrán que encontrar soluciones para subsanar las carencias y huecos de los programas y los libros de texto gratuitos.
David Block Sevilla, investigador del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, afirmó que matemáticas es la materia "más maltratada de las áreas en este proceso", en que existe un fuerte desequilibrio en los contenidos, la geometría prácticamente desapareció, y hay otros aspectos con presencia escaza.
Señaló que los vínculos que contiene los libros, pocas veces son pertinentes, y en la mayoría muy forzados; y omiten los procesos didácticos, "no está el proceso para entender el proceso matemático, para abordar la problemática".
"Son programas sintéticos, son muy anacrónicos, dejan de lado 50 años de avance en los contenidos. A veces (contiene) errores conceptuales, y no se diga didáctico, de didáctico casi no hay nada. No hay secuencias para aprender los contenidos", explicó.
Por su parte, Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, expresó que los Libros de Texto Gratuitos contienen "muchas cosas que no son pertinentes para la edad y lo que se quiere enseñar".
"Nadie quiere que las propuestas de los materiales didácticos sean un fracaso rotundo, porque sería pedir el fracaso de la educación pública", pero la Nueva Escuela Mexicana espera una amplia participación de los padres y la comunidad, pero no considera a los maestros, "un nuevo modelo sin capacitación docente es una cuestión que puede anticipar muchos problemas, porque un nuevo modelo es muy distinto a lo que llevábamos anteriormente", aseguró.
Expuso que el desbalance curricular en la formación científica, abre más la brecha de desigualdad educativa. "Tampoco está de más señalar que si se hubiera hecho el programa piloto que estaba planteado, muchos de los errores que hoy se señalan habrían sido detectados por las maestras y maestros, con un poco de voluntad política se hubieran corregido".
Irma Villalpando Hernández, profesora de la FES Acatlán UNAM, explicó que en los libros para primero y segundo grados de primaria, se plantea que los alumnos organicen asambleas, discutan y diseñen borradores, que son procesos que "no corresponden en ningún sentido, ni a los intereses ni a las capacidades de los niños".
"Esta falla constante y reiterada a esta primera regla básica, también se observa en las peticiones que les hacen en proyectos a nivel motriz; la mayor cantidad de proyectos para las destrezas motrices manuales que tienen los niños quedan también muy altas", apuntó la académica de la UNAM.
Añadió que estos libros ya no son para los niños, o muchos de ellos ya no lo serán, y parten de premisas muy riesgosas, que es que todas las familias estarán participando en las actividades que proponen.
En su oportunidad, el doctor Eduardo Backhoff Escudero, representante de Métrica Educativa, denunció que el modelo de la Nueva Escuela Mexicana "desprecia el conocimiento científico".
"No solo porque lo equipara con los saberes de las comunidades indígenas, incluyendo prácticas ancestrales indígenas y rurales, tales como la herbolaria, la hechicería y las supersticiones, sino también porque lo considera el servicio del capitalismo y de las clases opresoras", abundó.
Además, dijo, no toma en cuenta los avances recientes relacionados con las neurociencias, la psicología del aprendizaje, la pedagogía moderna y los avances de la didáctica especial: "Simplemente los borra, no los toma en cuenta, los ignora".
Finalmente, denunció que con los nuevos libros de texto, este gobierno federal está "experimentando" en 25 millones de estudiantes de educación básica. "Experimentan con un modelo educativo que no ha probado su efectividad, y que se aplicará en ausencia de una capacitación docente apropiada y después de haber padecido un retraso monumental en los aprendizajes ocasionados por el cierre de las escuelas. El daño educativo será de grandes proporciones y tomará muchos años el resarcirlo", concluyó.