México y Estados Unidos rediseñaron la estrategia de seguridad bilateral y en octubre de 2021 firmaron el Entendimiento Bicentenario. En un entorno en el que la violencia de los grupos criminales se ha recrudecido y el tráfico de drogas continúa aumentando, ambos países se encuentran ante la tarea de replantear su manera de enfrentar el panorama.
Heide Fulton, subsecretaria de la oficina de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de EE UU, explica que los primeros pasos para reducir la violencia y combatir el narcotráfico están en la frontera. Una intervención quirúrgica cimentada sobre el objetivo de disminuir los homicidios y tener comunidades más seguras en ambos lados de la frontera.
En una visita a Ciudad de México, Fulton conversa con EL PAÍS tras participar en una conferencia sobre mujeres y seguridad, donde también ha insistido en el papel que las mujeres tienen para incidir en mejorar las condiciones de vida de sus comunidades.
Pregunta. México se enfrenta a un momento muy complicado en la lucha contra la violencia y los cárteles de la droga. ¿Cómo puede ayudar el Entendimiento Bicentenario a enfrentarlo sin demoras?
Respuesta. México es uno de nuestros socios más importantes, compartimos 200 años de historia y profundos lazos culturales. El Entendimiento Bicentenario es el siguiente capítulo en nuestra colaboración en materia de seguridad. Nos hemos asociado en una forma muy efectiva con el Gobierno mexicano en administraciones anteriores a través de la Iniciativa Mérida. Ahora los objetivos y las prioridades van a cambiar y se ajustarán de acuerdo a las circunstancias actuales en el terreno y en la esfera política. Este es el momento adecuado para reconsiderar y reevaluar nuestras prioridades compartidas. El Gobierno mexicano reconoce los problemas que ambos países estamos enfrentando. Así que es importante que observemos estos problemas de una forma holística y tratemos de encontrar soluciones integrales.
P. ¿En qué áreas tiene México más oportunidades para empezar a trabajar rápidamente?
R. Estamos trabajando en mejorar nuestra cooperación e integración en la frontera, porque es un sitio que necesita ser seguro. Tenemos que asegurarnos de que las malas cosas y personas no estén transitando allí en ninguna de las dos direcciones. Pero al mismo tiempo tenemos que trabajar en que los bienes y servicios crucen la frontera de la forma más rápida posible porque eso nos hace a ambos países competitivos y prósperos. Por ejemplo, estamos haciendo una evaluación de la frontera para obtener recomendaciones sobre cómo podemos ser más eficientes. El estudio se publicará el próximo mes y luego trabajaremos con nuestras contrapartes mexicanas para hacer mejoras y ajustes en ambos lados de la frontera.
P. En las últimas semanas ha habido algunas extradiciones de criminales mexicanos a Estados Unidos. Hay una percepción en México de que la justicia solo se obtiene en las cortes estadounidenses. ¿Cómo puede ayudar el Entendimiento Bicentenario a fortalecer el sistema de justicia mexicano?
R. Estamos buscando formas de mejorar nuestra colaboración, fortalecer la capacidad de los fiscales para procesar a los delincuentes a través de un proceso judicial transparente y expedito. Una de las prioridades del Entendimiento Bicentenario es reducir los homicidios, así que la capacidad de los actores del Estado para investigar, procesar y llevar ante la justicia a los criminales es primordial. Por lo tanto, estamos trabajando con el Gobierno mexicano sobre cómo canalizar y priorizar nuestro esfuerzos para asegurarnos de que estamos capacitando a quienes se les ha encomendado la responsabilidad de emprender este trabajo tan difícil.
P. Están celebrando una conferencia sobre mujeres y seguridad, en México al menos 10 mujeres son asesinadas al día en razón de su género. ¿Cuál es el compromiso que México está asumiendo en este tema?
R. Trabajamos con nuestros socios para encontrar formas de subrayar la naturaleza dramática de este problema. Porque en última instancia, si podemos detener la violencia de género, creo que eso tendrá un impacto en términos de la prosperidad económica de las mujeres y sus familias, en el potencial de esas mujeres y el futuro de sus familias, por ejemplo, en términos de sus consideraciones sobre si intentar migrar o salir de sus comunidades.
P. ¿Las mujeres mexicanas están acudiendo a Estados Unidos por ayuda?
R. No necesariamente, aunque la migración es obviamente parte de nuestra dinámica con México. Ciertamente hay algunas que han huido debido a las condiciones violentas que están enfrentando. Cuando se quedan sin opciones, esa es una de las decisiones difíciles que toma la gente. Nuestro objetivo es tratar de mejorar las condiciones de esas mujeres en sus comunidades, para que no se vean obligadas a tomar una decisión tan difícil como irse.
P. La semana pasada Naciones Unidas publicó un estudio sobre el financiamiento de narcóticos. Reportaban que los cárteles mexicanos mueven unos 25.000 millones de dólares al año y que lo hacen en buena medida a través de criptomonedas. ¿Qué han observado sobre las nuevas formas de estas organizaciones para financiarse?
R. Lamentablemente, los cárteles tienen recursos y son muy creativos. Están constantemente buscando formas de explotar las debilidades en cualquier tipo de estructura de supervisión. La criptomoneda es una nueva área que todavía está en un proceso de desarrollo de controles y protecciones. Pero el lavado de dinero es un tema de gran interés e importancia para nosotros, porque necesitamos encontrar formas de impedir esas transacciones ilegales que posibilitan las actividades de los cárteles.
P. ¿Está México en capacidad de detener el financiamiento a través de esta tecnología?
R. Es como en cualquier otra área nueva donde vemos un ascenso de la actividad criminal. Tenemos que estar en contacto constante para compartir experiencias, nueva información y conocimientos para encontrar la mejor manera de abordar estos problemas, porque los flujos financieros son un área en la que los criminales encuentran una forma de eludir las fronteras. Realmente no respetan las fronteras. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que estamos sincronizados, intercambiando información y colaborando de la manera más efectiva posible. Porque donde exista una debilidad, va a ser explotada por los criminales.
P. Está también el aumento en los últimos años del tráfico de fentanilo.
R. El aumento en el tráfico del fentanilo nos preocupa porque más de 100.000 estadounidenses fallecieron el año pasado en muertes relacionadas con los opiáceos. El fentanilo es un fármaco que se puede producir a muy bajo costo, así que es fácil para los cárteles involucrarse en esto. De ahí la importancia en el control y la detección de los precursores. Esta es un área en la que trabajamos muy de cerca con el Gobierno mexicano porque vemos que los precursores fluyen a través de México y finalmente el fentanilo llega a Estados Unidos. Necesitamos mejorar nuestra colaboración en los puertos para monitorear y detener el flujo de los precursores. Aunque estoy citando estadísticas sobre la cantidad de estadounidenses que han muerto por esto, es una preocupación creciente en México. Estamos viendo más y más muertes a causa de esto aquí también.
P. ¿Está el Gobierno mexicano comprometido en este asunto?
R. Es una meta articulada en el Entendimiento Bicentenario. Tenemos la intención expresa y la voluntad de avanzar en esta área. Hemos escuchado los comentarios del presidente López Obrador sobre los peligros de las drogas sintéticas y su deseo de colaborar constructivamente en esto.
P. Los funcionarios mexicanos están trabajando también en la lucha contra el tráfico de armas desde Estados Unidos, incluida una demanda contra los fabricantes en Massachusetts. ¿Cuál es la posición de Estados Unidos en este tema?
R. No puedo hablar de la demanda, pero reconocemos el tráfico ilegal de armas como una prioridad para el Gobierno mexicano y, francamente, las armas que ingresan a México regresan a Estados Unidos como drogas sintéticas e ilegales. Por eso tenemos un tremendo interés en reducir el flujo de armas hacia México. Estamos colaborando en un grupo de trabajo para encontrar formas de fortalecer los controles fronterizos para reducir el flujo de armas, y también en mecanismos como extradiciones y otras medidas judiciales, como penalizar a quienes están importando armas ilegalmente a México.