Ciudad de México.- Algunas jirafas migran; en cambio Benito, la protagonista de una polémica con un esperanzador desenlace, está de mudanza por las autopistas de México.
Una travesía de 2.000 kilómetros y hasta 40 horas por las carreteras mexicanas lleva a su nuevo hogar a este singular personaje que ha atraído la atención del país en la última semana. La jirafa macho va en un transporte acondicionado para él donde dormirá de pie con sus cuatro metros de altura —como es propio de su especie—, tendrá una cama de paja de alfalfa para absorber humedades y, además, un cuidador que le hablará por un micrófono.
- Después de presiones de grupos ambientalistas, Benito es trasladado desde la frontera norte, donde permanecía solo y expuesto a frías temperaturas impropias de su hábitat natural, hacia el centro del país para encontrarse con un rebaño de otros siete ejemplares en un centro de conservación con décadas de experiencia en la fauna silvestre.
Un tráiler que lleva a la jirafa Benito es escoltado por un convoy de vehículos con agentes de la Guardia Nacional.
AP explica los detalles del traslado desde el estado norteño de Chihuahua hasta el Parque de Conservación de Vida Silvestre Africam Safari, en Puebla.
Para la movilización de la jirafa por vía terrestre, los especialistas de Africam Safari diseñaron un contenedor especial de madera y metal de cuatro metros de largo, dos metros de ancho y cinco metros de alto, al que se le puede ajustar la altura.
La caja, en su parte superior, está cubierta con una lona para proteger a Benito de las ráfagas de viento y de cualquier obstáculo que se encuentren en la vía. En el piso, se colocó una cama de paja de alfalfa para soportar el peso del animal y absorber cualquier humedad, dijo a la AP Frank Carlos Camacho, director general del centro de conservación.
El contenedor en el que va la jirafa está colocado sobre la plataforma de un tráiler que irá custodiado por al menos siete vehículos de Africam Safari, de la Guardia Nacional, la policía y la prensa.
Las dimensiones del contenedor permiten que Benito pueda estar erguido todo el viaje e inclinar su cabeza cuando sus cuidadores lo alimenten o lo hidraten.
Por las características de la especie, las jirafas normalmente duermen paradas y sólo se echan por unos instantes para tomar el sol, pero es algo poco común debido a que siempre están alerta para no ser atacadas por algún depredador, explicó el veterinario especialista en jirafas, Luis Palazuelos.
En el interior del contenedor fueron instaladas dos cámaras de video para seguir su comportamiento y monitorear su temperatura. A través de un micrófono, uno de sus cuidadores podrá hablarle. "La idea es irlo hidratando, irle dando de comer durante el trayecto y hacer el mínimo necesario de paradas solamente para lo que él necesite", indicó Camacho.