La construcción del aeropuerto de Tulum avanza, en manos militares, pese a que los ambientalistas alertan sobre los efectos desastrosos que tendrá sobre la reserva de la Biósfera de Sian Ka’an –Patrimonio Natural de la Humanidad– y a que no hay dinero etiquetado para esa obra en el presupuesto de 2023.
- TULUM, Qr.
Un soldado zapador resguarda la entrada a las obras del Aeropuerto Internacional de Tulum, en Muyil, Quintana Roo; tras percatarse de la presencia de visitantes, inmediatamente pide que se retiren.
A unos metros de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, Patrimonio Natural de la Humanidad declarada por la UNESCO, efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construyen un aeropuerto, proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La edificación representa ya un riesgo latente para el frágil ecosistema situado en su frente oriental. No sólo por el impacto ambiental que traerá el nuevo aeropuerto con el desarrollo urbano que promete y la explotación inmobiliaria que ya se percibe en sus cercanías, sino que no se sabe aún cómo es que el gobierno federal obtendrá recursos para concluirlo.
La construcción del aeropuerto no ha sido incluida en el Paquete Económico 2023, pese a ser una obra prometida por el EjecutivoLa infraestructura contará, según la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), con una estación del Tren Maya, tramo 6, en un punto en medio de la selva maya que hasta ahora se había mantenido libre de actividad humana por ser área de influencia de la reserva, que recomienda proyectos de infraestructura de bajo impacto.
El lugar se encuentra a unos 23 kilómetros al sur de Tulum y a 80 de Playa del Carmen, los puntos urbanizados más cercanos; pertenece a la comunidad de Muyil, municipio de Felipe Carrillo Puerto, en el centro de Quintana Roo.
Amigos de Sian Ka’an es una asociación civil constituida en 1986 como respuesta de la sociedad para dar viabilidad a la recién decretada, ese mismo año, Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an. Desde entonces ha estudiado y cuidado del lugar, además de otros proyectos de conservación a lo largo de Quintana Roo.
Gonzalo Merediz Alonso, director ejecutivo de la organización, habla sobre el riesgo ambiental que ya significa este proyecto para la reserva.
“La ubicación de ese proyecto está muy cerca de la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an, y se corre el riesgo de esa infraestructura que si no se planea bien, si no se completan los estudios económicos, ambientales, sociales, si no se toma en cuenta la cercanía de un sitio que es Patrimonio de la Humanidad y la necesidad de mantener la esencia maya, ocasionará un impacto negativo, un crecimiento poblacional sin control en la zona, en el acuífero, como todo proyecto de infraestructura.
No obstante, los trabajos encabezados por ingenieros militares con cientos de soldados zapadores fueron iniciados desde julio; es decir dos meses antes de que se emitiera la MIA para su evaluación técnica ambiental. El documento, donde aparece como promovente la Sedena, hasta la fecha no ha sido aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).