Baja California.- Los siete cadetes de la Guardia Nacional (GN) que fallecieron en febrero pasado durante una presunta novatada en la costa de Ensenada, Baja California, eran férreos sobrevivientes de condiciones adversas y la pobreza, así como jóvenes entusiastas que querían ingresar a las Fuerzas Armadas.
- Testimonios de familiares y amigos entregados bajo anonimato señalaron que los jóvenes, quienes estaban a 10 días de su graduación, tenían la intención clara de defender a su país.
Michael Arellano Wilkinson, de 20 años y quien perteneció al Tercer Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario (GIM) de Agua Prieta, Sonora, creció en la Casa Hogar Pepito de esa ciudad, como documentó el diario local Certeza.
"(Ingresó a la Casa Hogar) en 2004, cuando Arellano tenía dos años, debido a que su madre biológica era dependiente de sustancias prohibidas y, debido a que ella cambiaba de residencia constantemente, fue imposible para las autoridades del DIF reincorporarlo al seno familiar", de acuerdo con un reporte del medio.
"Cumplió su mayoría de edad y salió del orfelinato para cumplir su sueño de ingresar a las Fuerzas Armadas donde, antes de desaparecer en el mar, realizaba la capacitación de tres meses que brinda la institución y el 2 de marzo sería su graduación".
Sin embargo, tras diversas prácticas y estando en la Playa Corona, 11 cadetes fueron arrastrados por la fuerza del mar en Ensenada, donde había una alerta de la Capitanía de Puerto por oleaje de hasta 4 metros de altura y sólo cuatro elementos fueron rescatados con vida el pasado 20 de febrero.