La construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) aumentó la demanda inmobiliaria en Tecámac y otros municipios mexiquenses aledaños, intensificando desalojos, invasiones y despojos de viviendas, efectuados con el apoyo de una amplia red en la cual participan particulares, grupos de choque, abogados, autoridades municipales, personal de las fiscalías, jueces, inmobiliarias y bancos.
Desde hace un par de décadas Tecámac es un municipio dormitorio, derivado de la proliferación de unidades habitacionales que ya superan las 70, y que en su momento promocionaron su cercanía con la Ciudad de México como el principal plus para adquirir vivienda.
En la actualidad, entre 30 y 50% de las casas están deshabitadas porque algunas no se vendieron, otras se reintegraron por falta de recursos de los compradores para cubrir los pagos, unas más se volvieron sitios que sus propietarios visitan de vez en cuando y otras, incluso, se quedaron en obra negra.
Las viviendas deshabitadas, con dueño o sin él, han creado un ambiente propicio para invasiones y despojos, los cuales se han agravado a partir del polo de desarrollo que representará la nueva terminal aérea asentada en Zumpango, municipio contiguo. Algunas asociaciones condominales calculan que 10% de los inmuebles ya han sido invadidos.
Aunque los despojos ya ocurrían, José Humbertus Pérez Espinoza, fundador del Frente Mexiquense en Defensa para una Vivienda Digna (FMDVD), advierte que se comenzaron a multiplicar los incidentes con la construcción del AIFA, de tal manera que se registraron alrededor de mil 200 casos de 2018 a 2021.
Pérez Espinoza advirtió que estas acciones no serían posibles sin el apoyo de una amplia red que involucra a particulares, grupos de choque, abogados, autoridades municipales, personal de las fiscalías, jueces, inmobiliarias y bancos.