Ciudad de México.- Los incendios en los contextos urbanos, más allá de responder a condiciones climáticas, de deficiencia en la planeación de los espacios o del factor error humano, se pueden explicar por la inseguridad y la extorsión que reciben los pequeños y medianos negocios.
De acuerdo con el estudio "Ciudad en Fuego: el papel de la extorsión en los incendios urbanos", este tipo de siniestros son usados como medio para demostrar la capacidad y la disposición que pueden tener los grupos de extorsionadores para establecer su dominio y control en los comercios locales.
Gustavo Fondevila, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), detalló que en la Ciudad de México existe una alta concentración de incendios en las zonas comerciales y puntos más turísticos como el Centro Histórico, la colonia Doctores, Guerrero, Roma Hipódromo, Obrera y Tabacalera.
La investigación tomó en cuenta las llamadas al 911 sobre alertas de incendios desde enero de 2019 a febrero de 2021, periodo en que se recibieron un total de 82 mil 560 de denuncias sobre algún tipo de fuego y, específicamente, 4 mil 203 de incendios en escuelas, edificios o lotes.
"Nuestro principal hallazgo indica una concentración espacial de incendios en la Ciudad, con la extorsión como un predictor significativo, que aumenta la ocurrencia de incendios en un promedio de 16.63 por ciento. En los nodos comerciales, los extorsionadores pueden quemar locales que resisten la extorsión como represalia y como amenaza indirecta a futuras víctimas.
- "Los resultados contribuyen a la comprensión de una nueva línea de investigación sobre incendios provocados, fraude inmobiliario y actividades financieramente rentables para el crimen organizado. Es posible que las ´antorchas profesionales´ también estén vinculadas a otro delito hasta ahora no considerado: el de la extorsión", indica la publicación.
Fondevila aseguró que la extorsión se ha seguido perpetuando debido a la poca atención que ha tenido por parte de las autoridades, ya que es un delito que no suele tener víctimas mortales, es muy contenido y no suele ser mediático.
"Al ver los reportes, los incendios siempre son en locales lo suficientemente grandes como para tener ganancias, pero al mismo tiempo pequeños, como para que sea fácil infundir miedo directamente en los dueños; por estas características estamos seguros que esos incendios responden a extorsiones", dijo el especialista en seguridad pública.
El profesor del CIDE agregó que uno de los principales retos para las fiscalías es generar confianza con las víctimas, así como rastrear los depósitos que se hacen a través de cuentas que suelen durar solo un par de días abiertas.
Sin embargo, por eso se debería de apostar por crear colaboraciones a través de los bancos para incrementar la inteligencia financiara y atender la problemática.