CIUDAD DE MÉXICO.- Un equipo multidisciplinario integrado por neuropsicología, psiquiatría, neurología y neurocirugía, de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 25, en Nuevo León, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), implantaron un neurotransmisor cerebral que tiene un costo de un millón de pesos, a don Carlos, de 69 años, con el cual logró recuperar 75% de su función motora afectada por el Párkinson.
Antes de dicha intervención, don Carlos tenía una funcionalidad de apenas un 15%, y afectaba su movilidad, su lenguaje, y padecía un estado anímico ansioso y depresivo, porque no le permitía ni siquiera sostener una taza de café; después del implante, aumentó su funcionalidad al 90%, y puede levantarse sin dificultad, caminar con su esposa y jugar con sus nietos.
El jefe de Servicio de Neurocirugía en la UMAE No. 25, José Remedios Cortés Cárdenas, estuvo a cargo de la cirugía y comentó que la colocación del neuroestimulador en esta unidad médica se estrenó con don Carlos, en un proceso quirúrgico que se prolongó por 10 horas.
Explicó que la cirugía se realizó en dos partes: primero, con el paciente despierto, se colocó un marco de estereotaxia (dispositivo metálico) en torno al cráneo para identificar las coordenadas específicas del cerebro y establecer con precisión el sitio donde se implantaría el neuroestimulador.
Y mediante una perforación en el cráneo y con el paciente aún despierto, se introdujeron en el cerebro los cables del dispositivo (electrodos) que emiten suaves estímulos eléctricos sincronizados, capaces de lograr una respuesta neurológica que mejora la capacidad motora.
“Con el paciente despierto, es momento de hacer los ajustes necesarios hasta que los neuroestimuladores queden exactamente en el punto preciso del cerebro para tener la mejor respuesta neurológica”, mencionó Cortés Cárdenas.
Una vez colocado el electrodo del neuroestimulador en el punto exacto, se anestesió al paciente para hacerle una cirugía tipo túnel subcutáneo del cráneo al pecho, con el fin de instalar la batería del dispositivo, en la zona subcutánea de la región pectoral.
Terminada la intervención quirúrgica, la batería se conecta mediante WiFi a una tableta electrónica para verificar la funcionalidad del neurestimulador colocado en el cerebro del paciente. La batería recargable tiene una duración de 15 años.
Cabe resaltar que la UMAE No. 25 tiene un área de cobertura de nueve millones de derechohabientes de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y San Luis Potosí. Cuenta con 42 especialidades médicas y quirúrgicas, y 10 subespecialidades médicas en Pediatría. Registra la mayor actividad de cirugías en el manejo de tumores cerebrales y patología neurovascular de alta complejidad en pacientes pediátricos y adultos del noreste del país.