En medio del asfixiante calor que envuelve al territorio mexicano, nos encontramos ante una situación climática alarmante: la tercera ola de calor del año según el reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este fenómeno no es solo una anécdota meteorológica, sino un claro indicador de los impactos cada vez más severos de la crisis climática que enfrentamos a nivel mundial.
- Las cifras hablan por sí solas: en la mayoría del país se esperan temperaturas que superarán los 30 ºC, con algunos estados enfrentando un calor sofocante que podría exceder los 40 ºC. Este no es un fenómeno aislado, sino parte de una tendencia global de olas de calor cada vez más frecuentes y extremas, cuyas raíces se entrelazan con la crisis climática que enfrentamos.
De acuerdo con National Geographic, con la reaparición del fenómeno climático natural conocido como El Niño añade un ingrediente adicional a este cóctel climático, intensificando aún más las condiciones extremas. En este contexto, la Organización Meteorológica Mundial advierte que incluso si logramos reducir significativamente las emisiones, las olas de calor seguirán siendo una preocupación hasta al menos el año 2060.
El impacto de esta ola de calor en México es grave y diverso. Más allá de las altas temperaturas que ponen en riesgo la salud de la población, se observa un aumento en la demanda eléctrica, lo que ha provocado apagones masivos en algunas zonas del país. Además, los incendios forestales, el deshielo acelerado y otros fenómenos extremos son consecuencias directas de este clima desestabilizado.
Aunque se pronostican lluvias en algunas regiones, el alivio será temporal y no resolverá los problemas de fondo. Casos de enfermedades relacionadas con el calor y trágicas muertes ya se han registrado desde marzo, mientras que el registro de temperaturas máximas récord, como los 34,2 grados Celsius alcanzados en la Ciudad de México el pasado 17 de mayo, subraya la magnitud del desafío que enfrentamos.
El Servicio Meteorológico Nacional ha difundido pronósticos inquietantes para el año 2024 en México, anticipando la llegada de cinco periodos de calor intenso que impactarán a lo largo y ancho del país, con especial énfasis en el norte y las zonas costeras del Golfo y el Pacífico.
Durante el mes de mayo, tres olas de calor han afectado distintas áreas, con la última finalizada el 13 de mayo y otra prevista para comenzar hoy, 20 de mayo. A pesar de estos eventos, aún se aguarda la llegada de dos periodos más de calor intenso para el mes de junio, marcando el cierre de la temporada primavera-verano.
No obstante, el inicio de la temporada de lluvias y huracanes no promete necesariamente alivio, ya que la sensación de humedad continuará influyendo en las condiciones climáticas. Además, existe la posibilidad de la llegada de la canícula, la cual se caracteriza por temperaturas elevadas, ausencia de precipitaciones y cielos despejados.
La ola de calor en México no es solo un episodio meteorológico pasajero, sino un síntoma preocupante de una crisis climática en pleno apogeo. Es urgente que tomemos medidas drásticas para mitigar sus impactos, tanto a nivel local como global, y trabajar hacia un futuro más sostenible y resiliente para todos.