Ciudad de México.- En la Ciudad de México, autoridades ministeriales investigan casos que se han presentado en funerarias y crematorios de la capital del país por incineraciones irregulares. En algunos se indagan vínculos con policías, incluso, bandas criminales.
Casos como el de Monserrat Juárez, asesinada el 22 de septiembre en un inmueble de la colonia Anáhuac, alcaldía Miguel Hidalgo, donde los agresores, Sean Alejandro y su padre César "N" buscaban cremar el cuerpo ilegalmente para hacer pasar el feminicidio por muerte natural, o el de los jóvenes Christopher Aguilar y Karla Elena Ramírez, baleados en fuego cruzado en el bar Quito, en Azcapotzalco, son algunos ejemplos.
- Uno de los expedientes con este modus operandi quedó asentado con folio CI-FDMDFDBP/C/UI-3 C/D/00011/06-22023, en él se narra una historia criminal que involucra a dos víctimas con tan sólo un día de diferencia.
Fue el pasado 22 de junio cuando Luis Antonio Fraga acudió a la funeraria Mausoleos del Centro, ubicada en la avenida Camarones 533 en la colonia Santa María Malinalco, Azcapotzalco, para cobrar una deuda de 50 mil pesos.
El encuentro de Luis Antonio sería con Erick Ismael Velasco, dueño de dicha funeraria, la cual no contaba con crematorio, según se establece en la carpeta de investigación.
Luis Antonio, de 52 años, conocía a Erick desde la preparatoria y mantenían una relación de confianza entre ambos. Aquel día de su desaparición, la víctima le dijo a su esposa que iría hasta la funeraria para venderle una motocicleta Keeway color gris con placas 9259G2, aunque en realidad iba a cobrar el dinero que no le había pagado el dueño de ese centro mortuorio.
A las 11:58 horas, se desprende en la indagatoria, las cámaras del C5 captaron el arribo de una camioneta Urvan blanca que se estacionó sobre la acera, frente a la entrada de acceso a la funeraria. Luis Antonio arribó pasadas las 13:07 horas.
Comenzó a caminar por varios minutos afuera de los mausoleos hasta las 13:15 horas, momento en que decidió entrar, para no volver a salir del establecimiento, según los registros de las cámaras de seguridad de la Ciudad.
Un minuto después, dos hombres salieron del lugar, subieron a la camioneta Urvan y emprendieron la huida, dejando al interior a Erick Ismael y Luis Antonio.