Ciudad de México.- México y Estados Unidos firmaron la minuta 331 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) para regularizar los envíos quinquenales del río Bravo al país vecino del norte.
A través del pacto se pretenden asegurar las entregas de agua provenientes de México hacia Estados Unidos para mitigar la recurrente escasez del recurso, que suele presentarse a final de cada ciclo de cinco años, como lo establece el tratado firmado en 1944 por las dos naciones.
Lo anterior tras registrarse envíos por debajo de lo deseado, apuntaron las autoridades estadounidenses.
"Los últimos 30 años de gestión de recursos hídricos sobreexplotados en la cuenca del río Bravo han demostrado que el statu quo no era aceptable. Con la firma de esta acta, México tiene herramientas para hacer entregas de agua más regulares", declaró María Elena Giner, comisionada de la CILA de EU.
- "(Es) un paso clave para facilitar entregas más regulares de agua mexicana. El trabajo no ha terminado: continuamos consultando con México sobre las mejores formas de utilizar las herramientas creadas en este acuerdo", añadió por su parte Brian A. Nichols, secretario asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de la Administración Biden.
En el ciclo actual, que inició el pasado 25 de octubre de 2020, México ha entregado 524 millones 729 mil 401 metros cúbicos del líquido, de 2 mil 158.5 millones esperados para el 24 de octubre de 2025; hasta abril pasado se reportó una cobertura de 30%, esto derivado de la sequía más grave registrada en tres décadas años, por lo que entonces se advertía una temporada desastrosa para los cultivos de cítricos y azúcar, que impactaría a los agricultores y el número de empleos en esta labor.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, destacó que la firma de la minuta es el resultado de una cooperación histórica para resolver los desafíos compartidos.
"El acuerdo establece nuestro compromiso conjunto de gestionar de manera responsable y sostenible estos importantes recursos hídricos, de una forma que responda mejor a las necesidades de los usuarios agrícolas, las comunidades y el medio ambiente natural en ambos lados de nuestra frontera compartida", sostuvo.
"Éste es un gran paso hacia una colaboración binacional más fuerte, donde ambos países trabajan para atender las necesidades de los usuarios agrícolas, las comunidades y el medio ambiente en ambos lados de la frontera".