Tan sólo en el Mercado 901 Nuevo San Lázaro, en Magdalena Mixhuca, Venustiano Carranza, locatarios venden ajolotes por 750 pesos, así como un permiso y alimento especial.
La venta de este anfibio, endémico del Valle de México, está prohibida.
Incluso, la especie emparentada con las salamandras, pero que conserva la aleta dorsal y las branquias de su etapa adulta, está en la lista roja de peligro de extinción de la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).
Y, de acuerdo con el Artículo 420 del Código Penal federal, su tráfico, captura, posesión, transporte o extracción del País conllevan una pena de uno a nueve años de prisión y el equivalente de 300 a 3 mil días multa.
"Nosotros no recomendamos que la gente tenga animales silvestres como mascotas, no sólo ajolotes, estoy diciendo animales silvestres, me parece que como sociedad en México nos hace falta mucha conciencia sobre cómo convivir con la naturaleza", consideró Valencia.