Los signos vitales planetarios han empeorado tanto que alcanzaron un punto que la humanidad no había visto antes y pone en peligro la vida en el planeta, consideran los 12 autores, entre ellos Johan Rockström, creador del concepto de los límites planetarios.
"Sin acciones que aborden el problema de raíz de que la humanidad toma más de la Tierra de lo que puede proveer con seguridad, estamos en camino al posible colapso de los sistemas naturales y socioeconómicos y a un mundo con un calor insoportable y escasez de alimentos y agua dulce", advirtió William J. Ripple, profesor distinguido de la Universidad Estatal de Oregón y coautor de la publicación.
Uno de los signos de alarma es el aumento de los subsidios a los combustibles fósiles. Se refiere a las acciones que los gobiernos llevan a cabo para disminuir artificialmente el costo de producir energía, incrementar el precio recibido por los productores o bajar el precio pagado por los consumidores.
Casi se duplicaron del 2021 al 2022, pues pasaron de 531 mil millones de dólares a poco más de un billón.
Antes de 2023 se consideraba como una rareza que la temperatura global promedio de un día estuviera 1.5 grados centígrados por encima de los niveles previos a la Revolución Industrial. Sin embargo, tan sólo este año se han registrado 38 de ese tipo de días, señalan los científicos.
Además, los incendios forestales de este año en Canadá han liberado más de 1 gigatonelada de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, número superior a las emisiones anuales de todo ese país en 2021.
Otro punto destacado es que la temperatura promedio en la superficie de la Tierra tocó su punto más alto en los registros históricos durante julio y, consideran los investigadores, es posible que haya sido el más elevado en los últimos 100 mil años.
"La vida en nuestro planeta está claramente bajo asedio. Las tendencias estadísticas muestran patrones profundamente alarmantes de variables y desastres relacionados con el clima. También encontramos pocos avances que reportar en lo que respecta a la humanidad combatiendo el cambio climático", indicó Ripple en un comunicado.
¿Qué hacer?
Como paso inicial, los científicos urgieron abordar el sobregiro o sobrecapacidad ecológica, es decir, que la humanidad demanda más recursos de la naturaleza de los que puede proveer.
Mientras los seres humanos continúen poniendo presión extrema sobre el planeta, cualquier estrategia limitada a la reducción de emisiones de CO2 simplemente redistribuirá dicha presión, sostienen.
Urgieron transitar a una economía global que priorice el bienestar de las personas, reduzca el sobreconsumo y las emisiones excesivas de los ricos.
Asimismo, emitieron recomendaciones puntuales: eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles, transitar hacia dietas basadas en plantas, mejorar los esfuerzos de protección de los bosques, adoptar la eliminación internacional del uso de carbón y un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.
.