Detrás de los apagones que se están presentando en el país, con la ola de calor en los últimos días, está un rezago en inversión por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en líneas de transmisión de baja y media tensión, así como en capacidad de transformación.
Así lo muestran los datos más recientes del Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), elaborados por el propio Gobierno Federal.
De esta forma, mientras que de 2020 al 2022 la tasa media de crecimiento anual del consumo neto de energía fue de 3.48 por ciento, la del crecimiento en la infraestructura de líneas de baja y media tensión fue de apenas 0.13 por ciento.
Es decir, que el crecimiento medio anual del consumo multiplicó por 27 al que tuvieron estas líneas de transmisión.
Visto de otra forma: durante este periodo apenas se añadieron 138 kilómetros a los 54 mil 158 kilómetros de estas líneas que ya existían en el año 2020.
En tanto, la capacidad de transformación, necesaria para reducir la tensión de la electricidad para que sea consumida en hogares y pequeñas empresas, apenas subió a una tasa media anual de 0.82 por ciento.
MAL ENFOCADOS"La falta de líneas y transformadores tiene muchísimo que ver con que la CFE se ha enfocado en recuperar su participación de mercado en generación, en detrimento de la expansión de la transmisión y de la distribución", anotó Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC.
"Hoy justamente el haber detenido la expansión del sistema nos está cobrando la factura... obviamente México no está ni cerca de preparado para tener electricidad suficiente", agregó.
Para el periodo 2023-2037, el Prodesen proyecta que la tasa media de crecimiento anual del consumo será de 2.8 por ciento, impulsado por la llegada de empresas por el nearshoring.