- Veracruz
El viernes 26 de mayo la policía entró a golpes a casa del viejo productor cafetalero Minervo Cantor en Ixhuatlán del Café, un pueblo de Veracruz, y le arrastró hasta la cárcel. Aquel día detuvieron también a cuatro compañeros suyos: Cirio Ruiz González, Viridiana Bretón, Crisanto Valiente y Abraham Cabal. Están acusados de provocar un incendio en enero de 2022 en las instalaciones de la empresa multinacional Agroindustrias de México (AMSA), cuando el precio al que vendían el kilo de café bajó drásticamente, amenazando sus negocios. Los familiares de los detenidos acudieron a la audiencia el pasado 31 de mayo con pruebas de que los detenidos no estuvieron allí en el momento del incendio, pero el juez ni siquiera les dejó presentarlas. Ahora están en prisión preventiva por un delito que a todas luces no cometieron y que ha escalado los peldaños de la vergüenza hasta llegar al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, que ha prometido ayudarles.
La mañana del 26 de mayo y Minervo esperaba, sentado tranquilamente a la mesa de la cocina, el café que le estaba preparando su esposa Maricruz. Nunca se lo llegó a tomar. De repente, en la sala había cinco uniformados dispuestos a detener a Minervo, cuenta por teléfono su esposa, que se enfrentó a ellos y les pidió la orden de detención o algún papel que les diera derecho a estar allí. Como respuesta, dos policías la golpearon —tiene fotos de los moretones— mientras otros dos se llevaban a Minervo. La mayor de sus hijas, de 11 años, salió de su habitación y empezó a gritar al ver la situación. El quinto policía la encerró en su cuarto mientras el resto arrastraba a Minervo hasta la camioneta que tenían aparcada fuera. Arrancaron justo cuando otro de sus hijos, de 8 años, salió de la casa y empezó a correr detrás del vehículo. No les alcanzó. En otra de las habitaciones se quedó llorando una niña de 3 años, la tercera hija de la pareja.
Ni Maricruz ni los familiares del resto de los detenidos aquella mañana tuvieron mucho tiempo para pensar en lo que acaba de suceder. Había que pasar a la siguiente fase, intentar sacar a sus esposos y hermanos de la cárcel en la audiencia que tendría lugar la semana siguiente. No tenían razones para estar muy preocupados. La mayoría de ellos tenían pruebas suficientes para demostrar que los detenidos no estaban en el lugar del incendio. Cirilo Ruiz, hermano del detenido Cirio, de 64 años, asegura que tienen conversaciones de WhatsApp que demuestran que este ya se encontraba en su casa, trabajando como presidente del Consejo Regional del Café. Este organismo se encarga de informar sobre los precios internacionales del café de cereza (recién recogido de la planta), el que venden los productores de la región de Ixhuatlán. Lo hace para que los compradores —entre los que se encuentra AMSA, filial de la multinacional ECOM Trading—, no manipule a los agricultores con precios menores a los de mercado. Maricruz, la esposa de Minervo, asegura que tiene un vídeo de su marido en casa aquella tarde, justo antes de que empezara el incendio.