- Cd. Juárez, México
La primera puerta en cerrar fue la 40, ubicada a la altura del cruce de Bulevar Juan Pablo II y Francisco Villarreal, donde extranjeros mantenían un campamento en el último mes.
Migrantes que llegaron después de las 10:00 horas no pudieron ingresar ya por los huecos que había en el alambre de púas, ya que autoridades norteamericanas reforzaron con otro cerco del mismo material y además desplegaron más elementos de la Guardia Nacional de Texas, así como de la Policía Estatal, además de la presencia de agentes de la Patrulla Fronteriza.
En la Puerta 40, una unidad de la Patrulla Fronteriza fue colocada en la entrada del muro, mientras elementos de la Guardia Nacional les informaba a quienes llegaban al Río Bravo con el propósito de cruzar que ya no lo hicieran porque no los recibirían por ahí.
Apresurado por alcanzar a llegar a la Puerta 42, a más de dos kilómetros de la otra, Nelson caminaba con rapidez en compañía de su esposa y sus tres hijos.
En este contingente también viaja una amiga del matrimonio, quien a su vez traía consigo a su hijo pequeño.
"Dios mediante, esperamos que todo salga bien. Hemos pasado seis días complicados", comentaba Nelson mientras avanzaba.
"No paguen coyote, nos dejaron tirados", gritaba una mujer que se unió al grupo que caminaba con la esperanza de ser recibida por las autoridades norteamericanas.
Sin embargo, después del mediodía, migrantes que se acercaban a la Puerta 42 ya no se les permitía ingresar, por lo que se dirigían a caminar hacia otro punto donde hubiera alguna abertura de la barrera de alambre de púas.
Un hombre rogaba a elementos de la Guardia Nacional de Texas que lo dejaran entrar, pero no se le permitió.
Tampoco dejaron entrar a otros migrantes que llevaban bebidas y alimento para quienes se encontraban formados en filas desde hacía horas.
Otros extranjeros se acercaron al "muro" de alambre y desde ahí vendían botellas de agua y sodas, a quienes permanecían a la intemperie en espera de ser recibidos por la Patrulla Fronteriza.
Aproximadamente a las 16:00 horas, Estados Unidos les abrió la puerta a quienes acampaban, en grupos pequeños, para lo cual los formaron en filas de familias, y de mujeres y hombres solos.
Antes, debieron dejar sus pertenencias en grandes contenedores colocados en el área.
Las filas de los cientos de migrantes que se habían instalado dentro del alambre de púas, continuaban en la tarde, en espera de ser recibidos antes de finalizar el Título 42.
"Nosotros estamos ahorita muy pendientes de lo que va a suceder el día de hoy que termina el Título 42, el cual ha sido un operativo ilegal que se ha utilizado para propósitos migratorios que viola derechos legales de personas", indicó Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos en El Paso, y que acudió tanto a la ciudad texana como a Ciudad Juárez a observar cómo se desarrollaban las acciones migratorias.