CIUDAD DE MÉXICO.- Al advertir que la llamada renta de vientres o gestación subrogada se ha convertido en toda una industria en el país que mantiene a las mujeres bajo condiciones de violencia y de explotación, la diputada de Morena, Beatriz Rojas Martínez, propuso tipificar esta práctica como delito y que se apliquen penas de entre 15 a 25 años de prisión.
La legisladora federal planteó además que se aplique multa de 2 mil a 30 mil días multa, contra quienes pongan en práctica la gestación subrogada, el alquiler de vientres o úteros sustitutos, así como la donación comercial de óvulos como un fin de trata de personas.
Igualmente, cuando de esta renta se realice sin incluir los procedimientos médicos lícitos y se obtenga a cambio un beneficio o a través de una transacción comercial.
Alertó que, en México, empresas cobran alrededor de uno a dos millones de pesos a sus "clientes", pero las mujeres que son enganchadas reciben pagos de un máximo de120 mil pesos.
La morenista urgió a las autoridades federales poner especial énfasis en las zonas rurales del país porque las mujeres indígenas son las principales víctimas de esa "industria de la maternidad subrogada".
Denunció que durante la gestación las mantienen bajo condiciones de violencia y explotación.
Con datos proporcionados por Eleane Proo Méndez, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, la diputada Rojas Martínez indicó que a nivel global, las ganancias que genera la maternidad subrogada supera los 27 mil millones de dólares.
Alertó a la población sobre las escandalosas ganancias millonarias que obtienen las empresas nacionales y extranjeras que se dedican a la renta de vientres, cuyos dividendos superan los 6 mil millones de dólares a nivel internacional.
Rojas Martínez refirió que en el caso de nuestro país -agregó la legisladora- es aterradora la situación que priva con las mujeres de escasos recursos y de ascendencia indígena, a quienes mantienen hacinadas, sin poder salir, sin la capacidad para decidir sobre su cuerpo y con situaciones que ponen en riesgo su salud.
- Subrayó que México no debe ser la "incubadora" de esta actividad empresarial que afecta la dignidad y la seguridad de las mujeres.
Confió que su propuesta sirva para visibilizar y alertar a la sociedad de los riesgos que implica fomentar esta práctica, porque en todo momento, las mujeres que rentan sus vientres se encuentran en estado de indefensión.