Ciudad de México.- El presidente, Andrés Manuel López Obrador, hizo duros comentarios en medio de las tensiones que han marcado la recta final de la carrera por la candidatura presidencial de Morena.
A BUEN PUERTOEl mandatario declaró que confía en la dirigencia del partido para llevar a buen puerto el proceso interno y pidió a las seis corcholatas, como se conoce a quienes han levantado la mano para sucederlo, que privilegien la unidad de la Cuarta Transformación, su proyecto político.
"Aquí no hay interés personal o de grupo que esté por encima del interés del pueblo. No hay cabida para ambiciosos vulgares, aquí se lucha por ideales, por principios", afirmó López Obrador, sin señalar públicamente a ninguno de los aspirantes, en su conferencia mañanera de este viernes.
El presidente insistió en que "no ve ningún caso que haya manipulación" en la contienda interna de Morena y ratificó su confianza en los seis aspirantes en que mantendrán un frente unido, en tiempos en que el fantasma de la ruptura planea sobre Morena. "No hay ninguna posibilidad [de ruptura], hay unidad en el pueblo", comentó. López Obrador reconoció que hay "inquietudes, dudas, nerviosismo, de las vísperas de una decisión tan importante que va a tomar la gente, no el presidente".
- Las declaraciones de López Obrador se produjeron en tiempos turbulentos en la carrera de Morena. Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores, lanzó fuertes críticas a su principal rival, Claudia Sheinbaum, y acusó que ha utilizado recursos públicos en su campaña, pagado encuestas falsas y lanzado una campaña negra para desprestigiarlo.
También señaló que la Secretaría del Bienestar, una cartera del Gobierno federal, ha promovido la candidatura de la exjefa de Gobierno de Ciudad de México y ha propagado el rumor de que si ella no gana, la población perderá los beneficios que recibe de los programas sociales gubernamentales. "Está en su derecho", dijo el presidente sobre la inconformidad de Ebrard.
En el último episodio de los choques al interior de Morena, los representantes de tres de los seis aspirantes evidenciaron su descontento sobre el método de selección de las casas encuestadoras para realizar los estudios de opinión que definirán al candidato o candidata.
Estaba previsto que el partido gobernante zanjara esta etapa del proceso el jueves en una reunión a puerta cerrada. La encerrona, sin embargo, se prolongó más de lo previsto y puso de manifiesto que lo que estaba presupuestado como un mero trámite entrañaba una negociación mucho más dura tras bambalinas.
La senadora Malú Mícher, representante de Ebrard, no firmó el acuerdo promovido por la dirigencia de Morena, bajo el argumento de que varias de las encuestadoras que fueron incluidas en el sorteo no cumplían con los requisitos pactados entre los aspirantes. Arturo Ávila, emisario de Adán Augusto López, también mostró su inconformidad, así como Alejandro Rojas Díaz Durán, del equipo de Ricardo Monreal.
Ávila y Rojas Díaz Durán sí firmaron el acuerdo, pero con reservas. Señalaron que algunas de las empresas elegidas para realizar las "encuestas espejo" que reflejen los resultados de la "encuesta madre" no habían sido precisas en otras votaciones o estaban demasiado inclinadas a favor de alguno de los aspirantes.
Mario Delgado, el líder del partido, confió en que este viernes se dejarían atrás las diferencias y se tendrá un acuerdo definitivo. El nombre de las encuestadoras, la razón principal de los desacuerdos, no será hecho público hasta que se anuncien los resultados de la contienda el próximo 6 de septiembre. Las corcholatas tienen previsto continuar con sus recorridos por todo el país hasta la fecha límite del próximo 28 de agosto. A partir de ese día y hasta el 3 de septiembre se consultará a la población en general sobre quién prefieren como candidato, aunque tampoco se ha revelado de qué tamaño será la muestra. La posición de la dirigencia de Morena es que si se filtra esta información puede haber distorsiones en los resultados.
Ebrard, el aspirante que ha sido más tajante en sus cuestionamientos, anunció que este viernes iba a dar un mensaje desde la sede del Instituto Nacional Electoral (INE). Jorge Álvarez Máynez, coordinador de los diputados del opositor Movimiento Ciudadano, ya presentó una denuncia formal ante las autoridades electorales a partir de los señalamientos del excanciller. Los críticos del exsecretario dentro de Morena aseguraron que está perfilando su salida hacia esa fuerza política, lo que él ha descartado de momento.
"Se van a quedar frotándose las manos", dijo López Obrador a quienes ven la posibilidad de una fractura en el bloque gobernante. Pese a las restricciones que enfrenta de pronunciarse sobre la disputa electoral, el presidente intentó estirar los límites en la medida de lo posible y hacer un nuevo llamado a la concordia. Morena encara los días finales del proceso interno con el desafío doble de dar certeza de la transparencia del proceso a los participantes y, de paso, apagar cualquier conato de fractura.