En Guanajuato detonan explosivos contra la GN, en Chiapas mantienen de rehenes a 16 policías y exigen renuncia de jefes policiacos y en Michoacán fue acribillado y calcinado al líder de las autodefensas Hipólito Mora.
El desafío criminal por parte de cárteles ha escalado a niveles extremos, con atentados terroristas como el ocurrido en Guanajuato con un coche bomba que dejó heridos —algunos de gravedad— a 10 elementos de la Guardia Nacional, y el asesinato en Michoacán del exlíder de autodefensas Hipólito Mora.
Además, hasta anoche continuaban secuestrados 16 empleados administrativos del área de Seguridad Pública en Chiapas, cuya liberación depende de que el gobierno despida a funcionarios, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no cederán a chantajes de ese tipo.
COCHE BOMBAUn coche bomba estalló en Celaya, dominada por cárteles, causando heridas a varios elementos de la Guardia Nacional que se habían acercado al vehículo para revisarlo luego de un reporte que indicaba personas sin vida ahí.
En Celaya el Cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel de Santa Rosa de Lima han estado librando una sangrienta lucha territorial durante años.
El uso de un coche bomba para causar bajas en las fuerzas de seguridad supone una escalada en las luchas entre cárteles, y evoca la explosión de un coche bomba en 2010 que causó la muerte de tres personas en Ciudad Juárez, en el norte del país, en el punto álgido de la guerra contra las drogas entre 2006 y 2012.
En Michoacán el crimen ha utilizado también minas antipersonales, que recientemente causaron lesiones graves a varios elementos militares.
EMBOSCADOEl exlíder comunitario Hipólito Mora, que expulsó a un cártel de la droga de Michoacán, murió en un ataque armado, indicaron el jueves autoridades estatales. Mora fue compañero de lucha del doctor José Manuel Mireles, fallecido por enfermedad en 2020.
Mora era uno de los últimos líderes supervivientes del movimiento armado de autodefensa de Michoacán en el que agricultores y ganaderos se unieron para expulsar al cártel de los Caballeros Templarios del estado entre 2013 y 2014.
El activista fue uno de los pocos combatientes que permaneció en su pueblo natal después de la lucha cuidando de sus cultivos de lima.
- Hipólito Mora, en una protesta contra los secuestros en mayo de este año. Archivo AP
En los últimos años, Mora se quejó de que muchas fuerzas de seguridad fueron infiltradas por los cárteles y de que la violencia de las pandillas estaba peor que nunca. En el 2014, un hijo de Mora fue asesinado por una banda de narcotraficantes.
Mora viajaba habitualmente en un todoterreno blindado acompañado de un grupo de guardaespaldas, algunos de ellos antiguos vigilantes que habían sido contratados como policías.
Cerca del mediodía del jueves, cuando el activista regresaba junto a su escolta de trabajar en su finca y se dirigía a su casa en una camioneta Tahoe, fueron interceptados en la calle Hiquíngare de su poblado natal de La Ruana por un grupo de personas armadas que les cerraron el paso con dos camionetas.
Comenzaron a dispararle e incendiaron una de las unidades antes de huir del lugar, indicó en un comunicado la Fiscalía General de Michoacán. Iba custodiado por elementos de seguridad en otro vehículo.
Fuerzas de seguridad llegaron al lugar y encontraron en las inmediaciones de una camioneta incendiada el cuerpo de Mora que presentaba quemaduras en la mayor parte del cuerpo. Dentro de otra camioneta fueron hallados los cuerpos baleados de dos personas uniformadas y otra víctima, también uniformada, fue localizada en la calle.
PLAZA DE CHIAPASEl Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) disputan el control del territorio de Chiapas conforme reportes de seguridad federal. Detrás de la violencia desatada y el plagio de 16 trabajadores de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) estatal y de la cantante Nayeli Cyrene Cinco Martínez están esas reyertas.
Presuntos integrantes de ambas organizaciones criminales han protagonizado enfrentamientos en los municipios de Ocozocoautla, Jiquipilas y la capital Tuxtla Gutiérrez, que forman parte de un corredor por el que pasa el tráfico de personas y de drogas, entre otras actividades delincuenciales.
El presidente López Obrador rechazó que se acate la exigencia de hombres armados que el martes secuestraron a 16 agentes de la Secretaría de Seguridad de Chiapas, y que exigen, para liberarlos, la destitución de varios mandos policiacos.
En la mañanera, dijo que los jefes policiacos no serán cesados, pero sí investigados.
"Nosotros lo que pensamos en este caso es, primero, que se libere a los detenidos, sin ninguna condición, porque no están actuando bien quienes secuestraron a estos trabajadores que son inocentes", dijo.
"Y la autoridad del Estado y nosotros también vamos a investigar sobre el comportamiento de esos tres servidores", señaló.