SALTILLO, Coahuila.-Con un pase de lista no binario, la familia Baena Saucedo se despidió del Magistrade ante su tumba en el Panteón Santo Cristo de Saltillo.
"¡Hije!", gritó una de sus hermanas, a lo cual respondieron a coro los demás 'presente'".
"¡Hermane!, presente; ¡cuñade!, presente; ¡amigue!, presente; ¡prime!, presente; ¡Magistrade!, presente; ¡Magistrade!, presente, ¡Magistrade!, presente".
En realidad fue una de varias despedidas.
Una de ellas fue durante la misa, cerca de las 11:00 horas en la capilla de velación, otra después del servicio religioso, cuando sus familiares abrazaban al féretro, otra cuando a las 13:30 el cuerpo partió hacia el panteón.
A unos metros de la tumba abierta, los familiares se volvieron a despedir.
El féretro abierto y un abanico con los colores del arcoíris sobre el cristal eran el punto donde sus familiares desfilaban, sus hermanos, primos y padres le decían que en un futuro se reencontrarían, que este no era el final.
Entre sollozos, el féretro llegó a la tumba, descendió hasta su sitio y a la cuenta de tres, los globos de colores al cielo fueron otra forma de despedirlo. Sobre el féretro se dejaron caer flores.
Con sus manitas presionadas sobre el concreto fresco, los niños de la familia Baena Saucedo le dijeron "adiós" a Jesús Ociel, mientras otro familiar grababa en el concreto las siglas JOBS.
"Gracias por sus muestras de amor y amistad para nuestro hijo", dijo el padre del Magistrade a los presentes.
"Agradecemos que nos hayan acompañado hasta la última morada de mi querido hijo Jesús Ociel, muchas gracias por sus muestras de cariño".
- Mientras los dolientes se retiraban, dejaban tras de sí una tumba cubierta con arreglos florales, algunos de ellos con alusiones al arcoíris, símbolo de la comunidad LGBTTTIQ+, de la cual, Jesús Ociel era activista y defensor.