La reducción de la jornada laboral a 5 días semanales, pasando de 48 a 40 horas para las personas trabajadoras en México, ha generado controversia y también protestas por parte de varios colectivos y activistas como José Luis Hernández , quien en una entrevista con EL UNIVERSAL mencionó que le parece absurdo que en un país donde habitan más de 130 millones de personas solamente sea escuchada el 1%, entre ellas los "empresarios, oligarcas y las personas que siempre han gobernado al país, y a los demás se les haga a un lado".
CONSIGNASEntre consignas como "¡yo por las 40 horas!", el pasado 30 de noviembre distintos colectivos, la mayoría jóvenes, entre ellos José Luis, se manifestaron a las afueras de la Cámara de Diputados y cerraron la avenida Eduardo Molina para solicitar la aprobación de la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
Tras varias manifestaciones, el activista, dijo que lo que se busca en ellas es hacerse notar para llegar a un acuerdo, y que dicho certamen, que en días pasados la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados echó para atrás, sea dialogado.
- "Lo que buscamos es hacer ruido y llamar la atención. Pero, a largo plazo lo que sí nos gustaría sería la democratización del espacio del trabajo, para que no tengamos que estar rogando a los patrones por cada mejoría".
"Si realmente se hacen llamar legisladores, representantes o servidores públicos, pues que sirvan al público que dicen representar y aprueben el dictamen tal y como viene, y si no pues nos vamos a acordar en las próximas elecciones y no va a haber votos para ellos", expresó.
Aunado a ello, recalcó que la mayoría de los jefes suelen pedir un máximo esfuerzo a sus trabajadores a cambio de mínimas remuneraciones, por lo que en México existe una mala educación y administración.
"Parte de las grandes cargas que se le dan a los trabajadores, es porque no hay una educación en la administración en México. Las fuerzas laborales están muy mal administradas. El patrón guarda celoso las horas que le está pagando a su empleado, y por otro lado el trabajador no tiene tiempo para vivir bien su vida"
"Con más tiempo libre, la gente podría hacer las cosas que quiere. Habrá quien lo quiera ocupar en pasar más tiempo con su familia, aprender nuevas habilidades que le permita ser más competitivo en el mercado o incluso habrá quien utilice este tiempo para emprender, crear nuevas fuentes de empleo o iniciar nuevos proyectos", subrayó.
Por último, detalló que tener una alta carga de horas laborales genera estrés, ansiedad, depresión y otras afectaciones físicas.
"No solamente es luchar por trabajar menos, también es por salud mental. En todas las oficinas en donde he trabajado, la gente se vuelve loca poco a poco. Especialmente donde son oficinas muy autoritarias. Trabajé varios años en publicidad, y ahí prácticamente no existen los derechos laborales, porque es una industria muy explotadora, y eso hace que la gente sea víctima de la ansiedad y la depresión. Como trabajan tantas horas y ese es su único círculo social no les queda más que adaptarse a la enfermedad mental que esto ocasiona y normalizar el abuso." puntualizó.