Ciudad de México.- La contaminación acaba de forma prematura con la vida de 8.000 a 14.000 personas cada año en Ciudad de México. La capital del país vive sumergida en un aire que es nocivo para la salud incluso cuando los índices oficiales consideran que es aceptable. El altísimo nivel de concentración de ozono y de partículas finas expone a los citadinos a sufrir más enfermedades respiratorias y cardiovasculares, diabetes y cáncer. Hace solo una semana que la advertencia volvió a saltar en el Valle de México: era peligroso salir a la calle a respirar el aire del exterior.
La zona metropolitana de la capital está situada a unos 2.400 metros sobre el nivel del mar, en una cuenca rodeada de montañas y de un cinturón industrial altamente tóxico. Se ha convertido en una caldera de contaminantes cada vez más difíciles de dispersar. En lo que va de 2022, se han declarado seis contingencias ambientales, la última a mitad de noviembre.
Esta es una época menos usual para estos fenómenos que la llamada temporada seca caliente, antes de las lluvias de verano, pero no se consideran extraños. Según el registro histórico de contingencias, cada año sucede al menos una en estos meses fríos. “Se trata de un fenómeno de inversión térmica. Se da cuando empieza a hacer más frío, pero hay una capa superior de aire más caliente que crea una cápsula que impide que la contaminación se vaya al exterior”, explica la experta en calidad del aire Andrea Bizberg. Los sistemas de alta presión y las altas temperaturas completaron la envoltura del 12 de noviembre.
- La alarma de la contingencia suena cuando la concentración de ozono supera las 150 ppb (partes por billón), una cifra que sobrepasa con creces el máximo que permite la norma mexicana de 90 ppb y que triplica los 51 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, la emergencia se despierta en la capital cuando la situación es extrema.
El estallido da inicio al programa Hoy no circula —que prohíbe el paso de ciertos vehículos por la ciudad— como parte de la Fase I de la contingencia; en caso de que la concentración esté por encima de los 200 puntos se pasa a la Fase II, en la que también se suspenden las clases escolares y los eventos al aire libre.
ANTIOXIDANTE MUY POTENTE
El ozono es un antioxidante muy potente que además de dolor de cabeza e irritación de ojos y garganta reduce la capacidad respiratoria, provoca inflamación y daña las paredes celulares de los pulmones. También impacta en la esperanza de vida. El máximo que se ha alcanzado este año en Ciudad de México es de 172 ppb y, hasta septiembre, 175 días de 2022 excedían el límite que marca la norma mexicana (NOM-020-SSA1-2021), actualizada en 2021 para acercarse un poquito más a los parámetros de la OMS.
Bizberg, que es asesora técnica para Latinoamérica en Calidad del Aire en Cities For Climate, apunta que ante esa situación las medidas que se están aplicando son más paliativas que preventivas: “Impedimos circular a algunos coches cuando ya estamos inundados por la contaminación, pero necesitamos políticas que reduzcan las emisiones antes de que el aire se vuelva irrespirable”. La contingencia de noviembre acabó cómo suelen terminar este tipo de emergencias: los vientos y las lluvias se encargaron de disipar la contaminación. Por esa razón, Bizberg considera que ProAire, el plan anual de gestión atmosférica que engloba las políticas de la ciudad para reducir la contaminación, “no es suficientemente ambicioso”: “No hacemos lo suficiente y lo que nos salva son las condiciones meteorológicas favorables que tenemos de vez en cuando”.
El ozono (O3) se considera un contaminante criterio, es decir, que cuando está presente es porque también hay otros. Así, Ciudad de México tiene un fuerte problema de concentración de las llamadas partículas finas, que son las partículas en suspensión de menos de 10 micras de diámetro (PM10) y de menos de 2,5 micras (PM2,5). La La zona centro de la Ciudad de México durante la contingencia ambiental del pasado 14 de noviembre.
Cumplimiento de la norma mexicana para partículas PM en Ciudad de México.
Situación alarmante
- Aunque la situación es alarmante en Ciudad de México, prácticamente solo el 1% de la ciudades consigue estar alineada con el nivel que marca la OMS y en América Latina y el Caribe, nueve de cada 10 personas viven en ciudades que no cumplen ni siquiera los niveles de 2005
- “Esas directrices de calidad del aire se ajustaron para mandar una señal de que ningún nivel de contaminación atmosférica, sobre todo de partículas finas, es inofensiva para la salud, todo tiene un impacto y de ahí la necesidad de reducir al máximo ese riesgo”, contextualiza Bizberg
- Para la OMS la contaminación atmosférica se ha convertido en “la amenaza medioambiental más peligrosa para la salud humana”.
En cifrasLa exposición a la contaminación del aire causa 7,000.000 de muertes prematuras en el mundo, 320.000 en la región de Latinoamérica, 48.000 en México y entre 8.000 y 14.000 en la capital
Según el índice Global Burden of Disease.