Gabriel Quadri deberá pagar por su transfobia. El Tribunal Electoral ha determinado que sus reiterados ataques contra la comunidad transgénero, a quienes ha calificado como “trans-fascistas” y “hombres vestidos de mujer”, constituyen mensajes de odio que deben ser sancionados.
La corte ordenó al Instituto Nacional Electoral (INE) inscribir al diputado panista en el padrón de agresores políticos contra las mujeres en razón de género durante cuatro años, por lo que no podrá formar parte de las boletas electorales en ese tiempo.
La decisión de los magistrados responde a una denuncia presentada en marzo por la diputada trans Salma Luévano, de Morena, a quien Quadri llegó a referirse como “señor” en el pleno de San Lázaro.
“Se determinó que el denunciado cometió violencia política contra las mujeres en razón de género en las modalidades de violencia psicológica, sexual y digital, al realizar comparaciones destructivas y rechazo por referir que las mujeres trans son distintas a las cisgénero y utilizar lenguaje discriminatorio”, explica en un escrito el Tribunal Electoral.
Los magistrados decidieron por unanimidad que Quadri también tendrá que realizar cursos en materia de violencia política contra las mujeres, ofrecer una disculpa pública y publicar la síntesis de la sentencia en su cuenta de Twitter.
Para la corte, los mensajes “tuvieron como finalidad invisibilizar a la denunciante y a las mujeres transgénero” y por eso debe ser castigado. Salma Luévano celebró la decisión de los magistrados: “Este logro es por ti, por mi y por todes.
#HastaQueLaDignidadSeHagaCostumbre”. Los ataques de Quadri contra la comunidad transgénero escalaron de dimensiones cuando, el pasado 1 de abril, se dirigió a Salma Luévano como “señor” durante una sesión en la Cámara de Diputados, precisamente en el día Internacional de la Visibilidad Trans, lo que desató una disputa que finalmente terminó con la sesión suspendida.
“Llamarme ‘señor’ y desconocer mi identidad de género de mujer, es a todas luces violencia de género y además discurso de odio y por eso, nos están matando y no descansaré hasta verlo en el catálogo de sujetos sancionados y que jamás vuelva a aparecer en las boletas electorales”, dijo entonces la diputada.
Menos de un mes después, el Tribunal Electoral le ha dado la razón. Salma Luévano y la también entonces morenista María Clemente se convirtieron en septiembre del año pasado en las primeras diputadas trans de la historia de México.
Los ataques condena el ‘transformismo’
Esa red social ha sido el principal megáfono de los ataques transfóbicos del diputado. En una publicación que ya ha sido eliminada del pasado 1 de febrero, escribió: “El Trans-fascismo saca las garras en la Cámara de Diputados”.
Un día después, continuó: “Una característica prominente del fascismo es acallar, reprimir, linchar cualquier opinión diferente (…) Eso intenta el Trans-fascismo…”. Y, el 3 de febrero, insistió: “El Trans-fascismo de Morena y la ideología Trans toma el Congreso de los Diputados. Reprime la libertad de expresión, intolerante, pretende avasallar a quienes opinan diferente, no dialoga, no argumenta (no tiene capacidad ni inclinación para ello), insulta. Van contra las mujeres…”.