A través de un comunicado, dijo que de acuerdo con la última medición del Coneval, en 2020, la pobreza en México afecta al 43.9% de la población, es decir, a 55.7 millones de personas, de las cuales, 8.5% se encuentran en condiciones de pobreza extrema (10.8 millones de personas).
En el marco de la reciente conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, lamentó la situación actual de las instituciones y políticas sociales en el país.
Recordó que la primera destrucción ocurrió con la aprobación sin cambios del apartado social del plan nacional de desarrollo, a pesar de que especialistas y académicos señalaron las inconsistencias al no contar con diagnósticos, criterios ni estrategias efectivas para alcanzar su propia meta de sacar de la pobreza a 20 millones de personas.
La segunda destrucción se presentó cuando los diputados de Morena modificaron el Presupuesto de Egresos de la Federación y los criterios del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), para permitir el uso de hasta un 70 por ciento de los recursos a obras de urbanización, pavimentación, caminos rurales, puentes, obras de reconstrucción y carreteras.
"Con ese cambio, el FAIS dejó de ser un instrumento de política social para convertirse en un nuevo programa de obras", afirmó.
Díaz Contreras también criticó el papel que han tenido los "servidores de la nación" en los municipios y las entidades federativas, quienes operan los programas sociales con base a criterios de rentabilidad política, usando el dinero público a su favor en cada elección.
Refirió que la carencia a los servicios de salud es la que más se ha incrementado en el periodo 2018-2022, al pasar de 18.8 a 35.7 millones de personas afectadas. Para la líder perredista, el Covid-19 sumió en la pobreza a millones de personas, y los problemas económicos siguen siendo visibles con la pérdida de empleos, el alza de los precios de los alimentos y la energía; además de la ?violencia y los fenómenos naturales, como los sismos, inundaciones o huracanes, que terminan afectando a los más pobres.
Por eso, Díaz Contreras recordó que la lucha contra la pobreza necesita instrumentos multidimensionales, ya que se manifiesta en el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna, servicios educativos y de salud; así como en el acceso limitado al ingreso y la seguridad social.