- CIUDAD DE MÉXICO
Es un componente natural de la atmósfera, cuya concentración en la Ciudad de México debería ser de 20 a 40 ppb, de acuerdo con la Dirección de Monitoreo Atmosférico de la Capital.
Se produce cuando reaccionan los compuestos orgánicos volátiles (COVs) y los óxidos de nitrógeno. Los primeros son generados durante procesos de combustión, por evaporación de solventes o combustibles (como la gasolina), por fugas de gas LP y al utilizar productos de limpieza, pinturas o tintas. Los segundos se producen, principalmente, por la combustión de los automotores en el Valle de México, detalla la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina.
Las contingencias ambientales por ozono son decretadas por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) y están relacionadas con las condiciones meteorológicas.
A mediados de febrero comienza la temporada de ozono, que se extiende hasta junio. Se caracteriza por altas temperaturas, poca nubosidad y vientos débiles, que provocan una mayor generación y acumulación de ozono.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) considera al O3 como un "enemigo silencioso" porque sus altas concentraciones pueden causar perjuicios a la salud humana, como afectaciones a las vías respiratorias y alveolos, exacerbación de enfermedades pulmonares y cardiovasculares, reducción de la función pulmonar, agravación del asma, provocación de cefaleas y alteración del sistema inmunológico.
Incluso es posible que ocasione muertes prematuras en la población expuesta a altas concentraciones.
¿Qué hacer?La Sedema señala que cuatro de cada 10 hogares en la Ciudad de México presentan fugas de gas LP, así que exhorta a los ciudadanos a revisar y dar mantenimiento a las instalaciones de tanques estacionarios, en especial a las válvulas, tuberías, llaves y conexiones.
También invita a las personas usar el transporte público y disminuir el uso de autos particulares, así como a apagar el calentador de agua o boiler de gas cuando no se utilice porque el piloto consume combustible y existe el riesgo de fuga.
Una acción sencilla es tapar las ollas y los sartenes al cocinar porque así se concentra el calor para que se cocinen más rápido los alimentos. De esta manera se consume menos gas.
Si es posible, la Sedema sugiere instalar calentadores de agua solares con los cuales se puede ahorrar hasta un 70 por ciento de gas utilizado para calentar el líquido.
Cargar gasolina después de las 18:00 horas, bañarse en máximo cinco minutos y evitar usar pinturas en época de calor, así como limpiadores y aromatizantes en aerosol, son otras recomendaciones.