El "chapulineo político" revela la ambición de las personas para tener un puesto, sin importar el partido que represente, más que su vocación de servir, aseguró el arzobispo de Guadalajara, Cardenal Francisco Robles Ortega.
El prelado afirmó que esta cultura que se tiene en México, donde los políticos dejan sus cargos antes de tiempo para buscar otro puesto de elección popular, refleja que no tienen intención de cumplir lo que la gente les ha encomendado con su voto.
Incluso, agregó, muchos saltan de un partido a otro con tal de obtener otro cargo.
"Ellos van a dejar su puesto de trabajo, es lo que se acostumbra, se ha hecho como una práctica, como una cultura en nuestra política que los políticos dejen su responsabilidad por ir a buscar otro puesto, incluso que dejen un partido por brincar y buscar en otro.
Se ha hecho como una cultura que, por cierto, no tiene nada de meritorio, más bien revela cómo una ambición, una búsqueda de asegurarse, más que de cumplir lo que el voto les ha pedido".
Robles Ortega dio una opinión sobre la acusación que hizo Estados Unidos ante un presunto financiamiento del crimen organizado a una de las campañas del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Les toca a las autoridades esclarecer, quien acusa tiene que ofrecer pruebas y quien niega tiene que probar que no hay nada de eso".
Y sobre la decisión de los pobladores de Ayahualtempa, en Guerrero, de dotar de armas a los niños ante la inseguridad que viven, el Cardenal señaló que es una reacción que tienen los ciudadanos ante el abandono de las autoridades.
No obstante, rechazó que se use a los niños para este fin, sobre todo porque con esto se pone en riesgo su integridad y su vida.
"Uno puede comprender el abandono que sienten los ciudadanos en un estado donde las autoridades no les ofrecen lo que primero le tienen que ofrecer: su seguridad y garantía, es natural que la sociedad eche mano de lo que está a su alcance para tratar de resolver el tema.
"Considero que no debe ser con los niños, los niños no pueden ser usados, manipulados en el sentido de poner en riesgo su integridad, su futuro, su vida porque son niños, no están en el pleno uso de sus facultades, de su libertad, de su experiencia y eso debe ser respetado".
Ante esto, reiteró el llamado a las autoridades para atender el verdadero clamor social de tener seguridad y tranquilidad.