- Ciudad de México
La banca vuelve a ser un sector bajo sospecha. La caída de dos entidades regionales en Estados Unidos propinó la semana pasada un primer golpe a las instituciones financieras de todo el mundo. Los mensajes más tranquilizadores repetían entonces que se trataba de un caso especialmente flagrante de mala gestión, y que no había riesgo de contagio. Ahora, las réplicas vienen del corazón de Europa, del maltrecho Credit Suisse. Su primer accionista, el banco saudí SNB, ha dicho que no aportará más capital en caso de que lo necesite.
Sin ese paracaídas, el banco está condenado a sobrevolar el pánico financiero con sus propias alas, más cortas y frágiles que nunca tras años de escándalos, multas y malas decisiones que han lastrado su cotización hasta convertirlo en una sombra de lo que fue. Los inversores hacen este miércoles sangre de esa debilidad: su capitalización ronda los 7.000 millones de euros después de que sus acciones cayeran un 24% al cierre de la sesión. Ante la inquietud por la salud del banco, el banco central suizo y el supervisor del mercado han remitido a última hora de este miércoles un comunicado conjunto en el que aseguran que proporcionarán liquidez a la entidad “si fuera necesario”, un salvavidas que busca restaurar la calma.
NO HAY INDICIOS DE RIESGOAdemás, ambos organismos insisten en que “no hay indicios de un riesgo directo de contagio para las instituciones suizas por las actuales turbulencias en el mercado bancario estadounidense”. En el texto, recuerdan que la regulación suiza exige a los bancos amplios colchones de capital y liquidez, especialmente a los grandes, para absorber perturbaciones inesperadas, y confirman que Credit Suisse “cumple con los requisitos”.
Los inversores también huyen tanto del franco suizo como de todo lo que huela a cajeros y sucursales: los franceses Société Générale y BNP Paribas, y el español Sabadell superaron el 10% de descenso; los alemanes Commerzbank y Deutsche Bank el 9%, y los estadounidenses JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo se desplomaron en torno al 5% en un miércoles negro para toda la banca a uno y otro lado del Atlántico. El principal índice español, el Ibex 35, se dejó un 4,37%, su mayor caída en 16 meses.