CIUDAD DE MÉXICO — La Cámara de Diputados de México aprobó el sábado una reforma legislativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que transfiere la Guardia Nacional, creada como una fuerza bajo mando civil, a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que de concretarse representa un cambio drástico en la postura que por años defendió el gobernante de que los militares debían retornar a los cuarteles.
La reforma legislativa pasará ahora a discusión del Senado, también controlado por el oficialismo, para su aprobación final.
Tras una sesión maratónica, que extendió por más de 12 horas, los diputados del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus partidos aliados lograron la aprobación, con 264 votos a favor y 212 en contra y una abstención, de la reforma de tres leyes que permiten a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumir el control operativo de la Guardia Nacional, que desde su creación en 2019 era manejada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El poder ejecutivo promovió la transferencia proponiendo la modificación de algunos artículos de leyes de la Administración Pública Federal, de la Guardia Nacional, y del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos.
El cambio legislativo se dio en medio de cuestionamientos de organizaciones humanitarias y opositores que consideraron que la reforma viola la Constitución y anunciaron que recurrirán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para impugnarla.
López Obrador, que durante años había dicho que los militares debían retornar a los cuarteles, cambió de posición y en los últimos meses comenzó a promover una propuesta de reforma constitucional para pasar a la Guardia Nacional a la Sedena. Luego de que la oposición, agrupada en una coalición de partidos, descartó que apoyaría la reforma constitucional, el gobernante decidió recurrir al cambio de varias leyes para lograr que la Guardia Nacional pasara a control militar.
El mandatario mexicano defendió la reforma legislativa, que presentó en el Congreso a mediados de la semana, alegando que las fuerzas policiales civiles no habían logrado traer seguridad al país, que el Ejército es la institución más confiable de México, y que la Guardia Nacional ya es esencialmente una institución militar.
De los más de 110.000 efectivos que integran la Guardia Nacional más del 80% provinieron del Ejército y la Marina.
López Obrador sostuvo que la Guardia Nacional sólo funciona gracias al liderazgo militar que la organizó y las amplias capacidades logísticas de las fuerzas armadas.
Según la reforma legislativa, la Secretaría de Seguridad deberá transferir a la Sedena en un plazo de 60 días los recursos presupuestales para cubrir los gastos de operación y personal de la Guardia Nacional, así como los recursos materiales destinados a su operación.