Desde diciembre de 2018 al mes pasado, las autoridades mexicanas decomisaron 39.782 armas de fuego, según ha informado este martes el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval. Como cada dos martes, Sandoval y el secretario de Marina, Rafael Ojeda, han comparecido ante los medios, junto al presidente, Andrés Manuel López Obrador, en la conferencia de prensa que el mandatario ofrece por las mañanas.
Sandoval ha informado de los decomisos a preguntas de periodistas. “Son armas de diferentes calibres”, ha explicado el funcionario. “Aquí hay que considerar que de estas armas, se ha visto un incremento muy importante en ametralladoras calibre 50 o fusiles Barrett. Estas armas son de producción estadounidense”, ha añadido. De media, las autoridades han decomisado cada año unas 10.000 armas, incluso en 2020, año de la pandemia. Además de las armas, Sandoval ha explicado que se han incautado de 168.000 cartuchos estos años.
=Las ametralladoras calibre 50 son extremadamente poderosas, más que las que manejan las mismas Fuerzas Armadas, capaces de atravesar vehículos blindados. Su presencia creciente en México solo se explica a partir del contrabando ilegal a lo largo de la frontera con Estados Unidos. En México, comprar un arma de manera legal es infinitamente más complicado que en el país vecino. La Secretaría de la Defensa es la única dependencia con permiso para hacerlo y da pocos permisos cada año.
MALESTAR CON COMERCIANTESLos datos de decomisos dan contexto al malestar del Gobierno con los fabricantes de armas en Estados Unidos, a quienes culpan de la crisis de violencia que vive el país. En estos años, el Ejecutivo de López Obrador ha presentado dos demandas contra fabricantes de armamento en el país vecino. La primera fue en agosto de 2021. México acusó entonces a las compañías, entre ellas Smith & Wesson, Glock, Colt, o la misma Barrett, de “prácticas comerciales, negligentes e ilícitas, que facilitan el tráfico ilegal de armas a México”.