Ante unos 3 mil estudiantes normalistas que aguantaban la pertinaz lluvia luego de caminar más de 8 kilómetros bajo un intenso calor, Hilda Legideño, madre del estudiante desaparecido Jorge Tizapa Legideño, acusó al Presidente Andrés Manuel López Obrador de que a mitad de su sexenio paró el caso Ayotzinapa cuando supo que las investigaciones iban dirigidas al Ejército.
Son casi las 3 de la tarde y los estudiantes de al menos diez escuelas normales rurales del País están firmes parados en la Autopista del Sol. Escuchan atentos a lo que dice doña Hilda.
En los dos carriles de la vía, en el punto conocido como "El Parador del Marqués", en el kilómetro 272, hay decenas de vehículos varados.
"A mitad de sexenio, el Presidente (Andrés Manuel López Obrador) demostró que el caso no iba avanzar cuando se empezaron a formular las órdenes de aprehensión contra los militares y fue ahí cuando se detuvo toda la investigación", dijo Hilda Legideño, quien demandó el regreso a México de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI).
El mitin es el cierre del primer día de la jornada de lucha para exigir justicia por la desaparición de los 43, ocurrida los días 26 y 27 de septiembre del 2014, hace casi una década.
A un lado donde está parada doña Hilda están las cruces de madera de los normalistas de Ayotzinapa, Gabriel de Jesús Echeverría y Jorge Herrera Pino, quienes en este lugar cayeron asesinados por las balas que les dispararon agentes de la desaparecida Policía Federal, Policía Estatal y Policía Ministerial el 12 de diciembre del 2011 durante un desalojo.
En ese entonces, el perredista Ángel Aguirre era Gobernador y en octubre del 2014 renunció al cargo tras la desaparición de los 43 en Iguala.
Doña Hilda endereza acusaciones contra Aguirre Rivero, el ex Presidente Enrique Peña Nieto y el General Salvador Cienfuegos, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, de haberse enterado de lo que ocurría esa noche en Iguala y no hicieron nada para proteger a los estudiantes.
"El Gobernador Ángel Aguirre, el Presidente Enrique Peña y el General (Salvador) Cienfuegos tenían conocimiento todo el tiempo, también ellos son responsables", reprochó.
La marcha de unos 3 mil normalistas de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) arrancó en la estatua de Nicolás Bravo, al norte de Chilpancingo.
A la cabeza del contingente estuvieron los padres y madres de los 43 que llevaban sus estandartes con el rostro de sus hijos.
"¡Zapata vive, la lucha sigue!" y "¡Ayotzi vive y vive!", gritaban los jóvenes que llegaron en más de una decena de autobuses procedentes de la Normal de Ayotzinapa ubicada en Tixtla.
En el contingente participaron militantes de distintas organizaciones sociales y colectivos de los otros desaparecidos de Chilpancingo y Acapulco.
Familiares del normalista Yanqui Khotan Gómez, quien fue asesinado por policías estatales el siete de marzo de este 2024 en el viejo libramiento Chilpancingo-Tixtla, portaban una lona con su rostro.
El anuncio de que los normalistas iban a protestar en Chilpancingo provocó que muchos establecimientos comerciales ubicados en las calles del primer cuadro de la ciudad bajaran las cortinas.
Los trabajadores del Palacio de Gobierno fueron evacuados, mientras que el edificio de la Fiscalía General del Estado (FGE) estuvo resguardado por agentes de la Guardia Nacional con equipo antimotines. Las autoridades creyeron que los jóvenes iban a realizar destrozos en los edificios públicos.
Durante su marcha, el nutrido contingente vivió dos momentos climáticos: primero un intenso sol y al final una pertinaz lluvia.
Los manifestantes realizaron una parada en el antimonumento de los 43 que está situado en el parque conocido desde hace décadas como "Las Banderas".
A las 16:20 horas terminó el mitin y los estudiantes se retiraron a bordo de los autobuses. Los automovilistas que se quedaron varados pudieron transitar libremente por la vía.