AMLO quiere consolidar un liderazgo mesiánico: Enrique Dussel

Para el filósofo Enrique Dussel, considerado uno de los ideólogos de la 4T, es cierto que la figura del mandatario es mesiánica, pero no por autoproclamación, sino construida a partir de un carisma personal por la gente de los sectores mayoritarios

El presidente Andrés Manuel López Obrador se sintió provocado por la protesta que le hicieron desde la oposición en contra de la reforma electoral y en respuesta, convocó a una marcha, a cuatro años de asumir el gobierno, para reunir a muchas más personas y ejercer su función mesiánica, dice el filósofo argentino mexicano Enrique Dussel.

“Hubo una manifestación en la calle contra él y entonces ahora pueden decir: ‘Nosotros hemos llenado la calle y usted no’. (AMLO) dice: ‘Un momentito, el liderazgo que yo tengo no lo he necesitado ejercer, pero si ustedes me vienen a provocar, vamos a ver quién tiene más liderazgo’. Y vuelve a los modos de legitimidad de Weber; uno de ellos es la popularidad y entonces la vuelve a ejercer”, explica Dussel, uno de los fundadores de la filosofía de la liberación.

En la entrevista, Dussel, considerado uno de los ideólogos de la 4T y creador de la idea de la “República amorosa” de la campaña presidencial lopezobradorista de 2012, señala que no es una cuestión superficial que López Obrador se ponga al frente de la marcha. Y cita al sociólogo alemán Max Weber, para quien una autoridad se legítima mediante tres principios: legal, tradicional y carismático. Este último se refiere al liderazgo. Para Dussel, el acto de este domingo 27 no es sólo una demostración de carisma sino de algo más profundo: el mesianismo.

“Weber propone que (el carisma) lo crea la persona que quiere ser líder y, por lo tanto, maneja el liderazgo. Un caso clásico es Hitler, que tenía un culto a su personalidad, con actos teatrales, con música de Wagner, pero era un carismático superficial. Entonces, ese acto del domingo, en que un líder va a conducir un proceso, puede tener un significado mucho más profundo, yo le llamaría no carisma, sino algo que parece más extraño llamarle: el mesianismo”.

El doctor en filosofía e historia hace una diferenciación del concepto de mesianismo de aquel con que el historiador Enrique Krauze intenta ridiculizar a los líderes populares (el “mesianismo tropical”). En cambio, retoma la conceptualización del filósofo alemán de origen judío Walter Benjamin, para quien el mesías, “meshiakh” (en hebreo), es el ungido por el pueblo.

“No es un acto que viene de arriba hacia abajo sino del pueblo hacia al que invisten como líder, porque el pueblo ve que lo necesita y que el pueblo va a sacar ventajas si lo consagra como autoridad, para que conduzca el proceso de transformación”, dice el doctor en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid.

 
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