Trabajadores del Poder Judicial, afectados por la reforma que cancela la carrera judicial y pone a voto popular los puestos de jueces, magistrados y ministros, detuvieron por un momento la camioneta donde viajaban el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora, Claudia Sheinbaum, y les pidieron dialogar, pero no bajaron las ventanillas.
En la entrada a Vícam Pueblo, una de las ocho comunidades del pueblo yaqui, rodearon la Suburban donde el actual y la próxima Presidenta viajaban rumbo a la inauguración de un acueducto y de un distrito de riego.
Se quejaron de la cancelación de la carrera judicial y la imposición de hacer campañas y ganar votos para ascender, así como de la excusa que dio López Obrador de que así se combatirá la corrupción.
"¡Señor, usted es un mentiroso! No somos traficantes de influencias. El Poder judicial estaba constituido para que los pobres llegáramos a jueces. No para que llegaran los Luján y los Monreal, eso es lo que usted quiere. Quiere Luján, a los Monreal, a los Taddei quiere de jueces", le gritó un hombre a López Obrador que estaba adentro de la camioneta, detrás d ela ventanilla cerrada.
El grupo también gritó que quería un diálogo con Sheinbaum, quien tomará el cargo el martes.
"¡Escúchenos! ¡Somos trabajadores! ¡Somos trabajadores! ¡Voté por usted tres veces y me falló! ¡Me da vergüenza decir que voté por usted porque tenía esperanza de que cambiara", agregó el hombre.
A Sheinbaum le gritaban que querían dialogar con ella, según unos videos publicados en internet, y que confiaban, pero tampoco bajó la ventanilla.