- MONTERREY, NL
Seis mujeres y seis hombres de diferentes edades y pertenecientes a movimientos juveniles hicieron el papel de "apóstoles" en el ritual que caracteriza al Jueves Santo.
El Lavado de Pies estuvo encabezado por el Arzobispo Rogelio Cabrera López, quien durante la homilía de la misa recordó el mensaje de amor que esta fecha representa.
Habló de cómo, a pesar de las limitaciones, de la violencia, la ingratitud y el desprecio, el ser humano está llamado a cumplir con el amor enseñado por Jesús."El mandamiento del amor tiene su equivalente en lo que ha dicho Jesús: 'ámense unos a otros, lávense los pies unos a otros'".