- CIUDAD DE MÉXICO
Precisó que la entrega de estas escrituras tiene una fuerza enorme, pues representa seguridad, seguridad jurídica y tranquilidad, sobre todo, para la gente humilde.
Resaltó que esta entrega se suma a las más de mil 300 escrituras que se han otorgado este año y añadió que próximamente se entregarán, al menos, mil 800 más.
Martí Batres apuntó que el Gobierno de la Ciudad de México trabaja en favor de los sectores más vulnerables de la población, porque son quienes corren mayor riesgo de ser expulsados de la capital y, por ello, se promueven programas como las becas para niñas y niños, los comedores comunitarios y las pensiones, que han contribuido a disminuir los índices de pobreza y aumentar los ingresos de las familias en la ciudad.
Al respecto, el consejero Jurídico de la Ciudad de México, Néstor Vargas, explicó que las viviendas ubicadas en estos asentamientos se incendiaron en 1997. Desde entonces, vecinas y vecinos iniciaron los trámites para la regularización del predio y hoy finalmente se ve reflejado su esfuerzo con la entrega de escrituras.
"La Dirección General de Regularización Territorial, incorporó este asentamiento al Programa de Regularización para su diagnóstico en el año 2007 y se determinó la vía de regularización por expropiación, la cual fue autorizada por el Comité de Patrimonio Inmobiliario hace 12 años, es decir, en el año 2011. (...) Doce años después estamos cumpliendo ese compromiso que estableció el Gobierno de la Ciudad y que hoy, por instrucciones del jefe de Gobierno y también por la presión de cada semana, estamos cumpliendo con ello. Felicidades a todos, a todas", dijo.
La vecina de la colonia 8 de agosto, Sofía Badillo Flores, recordó el largo camino que tuvieron que recorrer para llegar a este momento de certeza jurídica, que significa ser dueños de sus hogares y agradeció al jefe de Gobierno por continuar con este proyecto.
"Son casi 30 años de lucha, tocando puertas, sufrimos un siniestro y de este fuimos como un ave fénix y resurgimos, siempre unidos con la ilusión de lograr escriturar. Gobiernos pasaban y siempre volver a empezar, porque se vencían las peticiones y, a su vez, las respuestas que nos daban; puertas nos cerraban, puertas nos abrían, pero nunca perdimos la fe", comentó.