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El primer caso ocurrió en un vuelo de Air Canada de Las Vegas a Montreal, el pasado 26 de agosto. De acuerdo con la cadena CNN, una pasajera del vuelo, Susan Benson, narró lo ocurrido en su Facebook.
"Había un poco de mal olor, pero al principio no sabíamos cuál era el problema. Al parecer, en el vuelo anterior alguien había vomitado en esa zona. Air Canada intentó hacer una limpieza rápida antes de embarcar, pero está claro que no pudo hacer una limpieza a fondo", posteó Benson.
"Colocaron granos de café en la bolsa del asiento y rociaron perfume para disfrazar el olor. Cuando los pasajeros, claramente disgustados, intentaron explicar a la azafata que el asiento y el cinturón de seguridad estaban mojados y que aún quedaban restos visibles de vómito en su zona, la azafata se mostró muy compungida, pero explicó que el vuelo estaba lleno y que no podían hacer nada", añadió.
De nada sirvió que los pasajeros hablaran con el resto de la tripulación, incluyendo el piloto y un supervisor. La respuesta no cambió. Tendrían que viajar en esos asientos vomitados durante cinco horas porque no había más lugar. Cuando los pasajeros se negaron, de acuerdo con el relato de Benson, el piloto se salió de sus casillas y les dijo que podían "abandonar el avión... y organizar vuelos por su cuenta, ¡o serían escoltados fuera del avión por seguridad y colocados en una lista de exclusión aérea!".
La tripulación acusó a los pasajeros de ser "rudos" con ellos, pero Benson afirma que no fue así. Según su relato, los afectados fueron firmes, pero en ningún momento se mostraron groseros. Aun así, tuvieron que bajar del avión.
Cuestionada por CNN, Air Canada emitió un comunicado señalando que ya se habían disculpado con los pasajeros afectados, "ya que claramente no recibieron el nivel de atención al que tenían derecho".
"Estamos revisando este grave asunto internamente y hemos hecho un seguimiento con los clientes directamente, ya que nuestros procedimientos operativos no se siguieron correctamente en este caso", continúa el comunicado.
Diarrea por todo el aviónEl segundo caso ocurrió el viernes 1 de septiembre en el vuelo DL194 de la aerolínea Delta, que partió de Atlanta, Georgia, con destino Barcelona.
Transcurrida una hora de vuelo, cuando el avión se aproximaba a Virginia, la torre de control recibió un mensaje con la siguiente transcripción: "Desvío a ATL - Diarrea de pasajero por toda la aeronave - Peligro biológico". Un pasajero del vuelo sufrió un ataque de diarrea explosiva y no logró llegar al baño, por lo que todo el pasillo quedó inundado por materia fecal.
El avión olía muy mal, al grado que algunos pasajeros vomitaron, lo que agravó aún más la situación. La tripulación, en un esfuerzo por controlar el olor, roció desinfectante de vainilla.
Una persona cuya pareja viajaba en el vuelo dijo en X que eso "solo la hacía oler a heces con vainilla".
Los pasajeros rogaron al piloto devolverse a Atlanta, alegando que la situación suponía un riesgo biológico para todos. El capitán, sabiendo que faltaban unas siete horas de vuelo, aceptó y se devolvió a Georgia.
Una vez que el avión aterrizó, un equipo subió a limpiarlo a fondo. Mientras tanto, un vehículo de emergencias recogió al pasajero enfermo para trasladarlo a un hospital.
El avión aterrizó en Georgia a las 10:40 p.m., y, para empezar a desinfectar, el personal de limpieza arrancó la alfombra del pasillo por completo e instaló una nueva, decisión que los pasajeros celebraron.
"El avión estaba más limpio cuando nos subimos a las 2 a.m. que cuando nos subimos por primera vez", escribió un pasajero en X.
A las 3 a.m., casi cinco horas después de haber aterrizado, el vuelo despegó de nuevo y llegó a Barcelona a las 5:10 p.m. del sábado, ocho horas después de lo programado. Nadie se quejó por la demora.