Ven químicos peligrosos y destrucción ambiental en Shein

Uso de químicos peligrosos y destrucción ambiental son la base del modelo de negocios de Shein, minorista de comercio electrónico con sede en China, de acuerdo con un nuevo reporte de Greenpeace

  • CIUDAD DE MÉXICO

Uso de químicos peligrosos y destrucción ambiental son la base del modelo de negocios de Shein, minorista de comercio electrónico con sede en China, de acuerdo con un nuevo reporte de Greenpeace.

 A diferencia del modelo de moda rápida en el que una marca demora cerca de tres meses desde que planifica una prenda hasta que la lanza al mercado, Shein sigue un patrón de moda ultrarrápida, dado que acortó tal proceso a un lapso de tres a siete días.

 Su competidor más cercano, Zara, tarda de dos a tres semanas, apunta el documento "Los trapos sucios de SHEIN", elaborado bajo el liderazgo de Greenpeace Alemania.

 Con el fin de documentar y denunciar las prácticas del minorista, la agrupación ambientalista adquirió 42 artículos en las páginas web de Shein en Alemania, Austria, España, Italia y Suiza, así como cinco prendas en una de sus tiendas pop-up en Alemania.

 Las compras fueron enviadas al laboratorio independiente BUI para analizar su composición química.

 En siete de los 47 productos analizados se encontraron sustancias químicas que rebasaron los límites reglamentarios del a Unión Europea (UE).

 Además, un total de 15 productos contenían sustancias químicas peligrosas en niveles considerados preocupantes por estar encima del certificado OEKO Tex.

 Algunas sustancias son níquel en botas de tacón, formaldehído en vestidos y cromo en distintas prendas. Son persistentes en el medio ambiente porque no se descomponen, sino que se bioacumulan en la naturaleza.

 Según el informe, Shein no sólo viola las normas ambientales de la UE, sino que pone en riesgo la salud de las personas que consumen sus productos y que trabajan en producirlos.

{"quote":" \"El modelo de negocio lineal de la 'fast fashion' es totalmente incompatible con un futuro respetuoso con el planeta, pero el surgimiento de la moda ultrarrápida o 'ultra fast fashion' liderado por SHEIN está acelerando aún más la catástrofe climática y ambiental\", alertó Celia Ojeda, responsable de biodiversidad en Greenpeace."}, .

 A decir de la agrupación, los productos de Shein son ultra baratos, de baja calidad y desechables. Su consumo excesivo está vinculado con residuos textiles e informes dan cuenta sobre explotación a trabajadores y al medio ambiente en la cadena de suministro.

 Greenpeace denunció que muchos de los trabajadores de la firma con sede en China tienen jornadas laborales de 12 a 14 horas diarias durante 29 días al mes. Los salarios son bajos, existen penalizaciones por errores y no hay descansos, detalló.

 Asimismo, el documento resalta que las prendas están hechas principalmente de plástico, en especial de poliéster, material responsable del 35 por ciento de los microplásticos presentes en el océano.

 A pesar de que la marca anuncia el uso de materiales reciclados en su ropa, un análisis de 55 mil prendas señala que sólo 237 contenían poliéster reciclado.

 "Siendo muy sincera, 'hay que quitarse el sombrero ante SHEIN'. ¿Se podía crear algo más contaminante y destructivo que la fast fashion? Pues sí. Y lo han conseguido copiando y elevando a la máxima potencia a la fast fashion", escribió Ojeda.

¿Qué hacer?

 Así como se trabaja en un tratado contra la contaminación plástica similar al Acuerdo de París, Greenpeace aboga por crear un pacto semejante para abordar la huella de carbono producida por la industria de la moda.

 De acuerdo con la organización, las empresas, por otra parte, deben producir menos ropa y diseñar prendas de mejor calidad, duraderas, reparables y reutilizables, y la producción debe llevarse a cabo bajo condiciones dignas para los trabajadores.

 Asimismo, Greenpeace llama a que asuman su responsabilidad al establecer sistemas y servicios de acopio para mantener, reparar y compartir la ropa.